El derbi de Sevilla terminó como casi siempre desde hace mucho tiempo: en un cuento de hadas para los de Nervión, que se las apañan para derrotar a su vecino sin importar el momento que vivan los dos equipos, y pesadilla para el Betis, que otra vez se hizo pequeño cuando tenía enfrente a su máximo enemigo y casi ni supo inquietar a Nyland en la segunda mitad. El Sevilla reinó en el último derbi de Jesús Navas, que se convirtió en el futbolista con más presencias en gran partido sevillano por delante de Joaquín, y con Lukebakio como MVP del partido y autor del único gol, que llegó de penalti. El belga y Ejuke complicaron a un Betis que propuso poco y que no tuvo ni temperamento ni ideas. Había dado Pellegrini descanso a muchos de sus jugadores clave en Varsovia el jueves anterior, pero eso no sirvió para que los verdiblancos aparecieran dominantes en el Sánchez-Pizjuán. Fue el Sevilla el que mandó la mayor parte del tiempo, con mucho nervio y poniendo velocidad y empuje para compensar la falta de fútbol.
No es un equipo exquisito el de García Pimienta, pero sí que está convencido de sus fortalezas y las explotó. Los dos extremos sevillistas encararon siempre que pudieron sin complejos, valientes, mientras que en el otro área, ni Lo Celso pudo hacer que la grada de Nervión pasase algo de miedo cuando estaba por delante en el marcador.
El partido se decidió desde el punto de penalti, después de una mano de Llorente, que saltó con los brazos abiertos y cortó, seguramente sin querer, porque estaba de espaldas, un toque de cabeza de Agoumé. Lo vio el árbitro, Martínez Munuera, y sus compañeros del VAR le confirmaron el penalti. Lukebakio no perdonó desde el punto de penalti, como sí que hizo después, cuando el partido entraba en la recta final, y por dos veces dejó al Betis con vida. Primero con un remate tras un recorte y un pase de Ejuke que quiso poner cerca del palo y lo mandó fuera. Y después, en un balón a la espalda de la defensa con todo el espacio del mundo por delante. Remató de primeras y por bajo a portería vacía, pero apareció Rui Silva recuperando la posición para evitar el 2-0.
Dio igual que perdonara el Sevilla, porque el Betis ya estaba descompuesto, con Natan llorando desconsolado porque estaba lesionado y no podía ni andar, y los que habían entrado desde el banquillo: Ruibal, Bakambu y Chimy, incapaces de mejorar lo de los titulares. Un par de balones descolgó Nyland en los siete minutos de añadido mientras la fiesta se desataba en Nervión con Navas como protagonista. Acabó a hombros junto al gol Norte el capitán, también con alguna lágrima en el ojo, pero de alegría porque era su último derbi y se marchaba con victoria.
"Es un orgullo vestir esta camiseta y hacer disfrutar a esta gente. Cada vez me queda menos, es complicado porque amo el fútbol y correr en este campo con mi gente. Hasta el último día quiero disfrutar. Me acuerdo de mi familia, de mis niños y de esta afición, que me quiere mucho. Me han enseñado a darlo todo en cada entrenamiento, en cada partido, que los que vienen de abajo vean lo que es el Sevilla. Hasta el último día lo voy a dar todo", decía Navas en Movistar, feliz en su último gran derbi.
Ficha técnica
1 - Sevilla: Nyland; Carmona, Badé, Nianzou, Pedrosa (Kike Salas, 79); Agoumé (Sambi Lokonga, 72), Gudelj; Lukébakio, Peque (Suso, 79), Ejuke (Marcao, 91); Isaac Romero (Jesús Navas, 72).
0 - Betis: Rui Silva; Bellerín, Diego Llorente, Natan, Ricardo Rodríguez (Perraud, 86); Marc Roca (Aitor Ruibal, 64), Johnny Cardoso; Fornals, Lo Celso, Abde (Chimy Ávila, 79); y Vitor Roque (Bakambu, 64).
Gol: 1-0, M.50: Lukebakio, de penalti.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Expulsó por dos tarjetas amarillas al sevillista Nianzou (89'). Amonestó a los visitantes Ez Abde, Natan y Chimy Ávila, y a los locales Gudelj, Nyland, Carmona y Agoumé (en el banquillo).
Incidencias: Partido de la novena jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, que se llenó con 42.571 espectadores, entre ellos cerca de seiscientos seguidores del Betis ubicados en la zona para la afición visitante.