El líder del movimiento ecologista Futuro Vegetal , Eduardo Jesús Rovira, más conocido como Bilbo Bassaterra, fabricó facturas falsas para justificar el desvío de más de 44.000 euros de donativos del colectivo que tendrían que haber sido destinados a la lucha contra el cambio climático. El dinero, que en su mayoría acabó en dos cuentas bancarias a su nombre, lo habría gastado, entre otras cosas, en comprarse una caravana o en pagar a su expareja, con la que tiene una hija en común, más de 5.500 euros que pasó como gastos en una tienda de camisetas. Y no fue el único miembro que se habría lucrado personalmente con dinero del colectivo. En un informe de la Brigada Provincial de Madrid presentado recientemente en el Juzgado de Instrucción número 29 de la capital , al que tuvo acceso ABC, la Policía también señala a un «selecto grupo de cabecillas» - conformado por otras 12 personas más que se asignaron tareas de dirección o gestión en Futuro Vegetal- que asimismo habría desviado fondos del colectivo mediante facturas falsas para su «enriquecimiento personal» . «Ha aflorado un grupo de personas, dentro de este grupo de responsables, que encabezados por Eduardo Jesús Rovira se dedicaron a generar facturas falsas para poder extraer de los fondos el dinero donado y repartírselo para sufragar sus intereses particulares», sostiene el informe. Según los investigadores, el análisis del uso de los fondos revela que sólo el 40% de los 128.693 euros que Futuro Vegetal recibió en donaciones en el año 2023 se destinó a acciones relacionadas con el activismo climático . Es decir, los más de 76.000 euros restantes habrían servido al 'selecto grupo de cabecillas' para «lucrarse ilegalmente». Y para ello, según las pesquisas, habrían engañado al resto de miembros del colectivo que sí actuaban de buena fe. «La gran mayoría de sus militantes fueron instrumentalizados para que una parte de sus dirigentes obtuvieran mediante engaños un beneficio económico a costa de causas que podrían entenderse como nobles y urgentes», apunta la Policía. El organismo encargado de custodiar sus donaciones, All for Climate, ya ha bloqueado sus cuentas , después de que miembros de Futuro Vegetal, «ajenos a esta actividad delictiva», alertaran de que se estaba produciendo un fraude con el dinero donado. «Actualmente no se aceptan contribuciones», se puede leer en la web. Tampoco pueden ya disponer de los fondos. Al igual que otros grupos ecologistas internacionales, Futuro Vegetal utilizaba Open Collective, una plataforma de financiación colectiva digital o crowdfunding para gestionar donativos destinados a actividades climáticas, provenientes tanto de donantes anónimos como del Fondo de Emergencia Climática , un fondo con sede en California (Estados Unidos) que colabora económicamente con grupos ecologistas y que llegó a ingresarles 140.000 euros, de los cuales Futuro Vegetal recibió finalmente 128.693 euros tras descontar los gastos de gestión. La Policía asegura en el informe que «la trama de facturas falsas tiene como punto de partida la obtención» de este gran donativo en enero de 2023 y se prolongó durante más de un año hasta que el gestor fiscal congeló los fondos. Esa custodia de las donaciones correspondía a la entidad fiscal All for Climate, con sede en Bruselas, que liberaba el dinero en función de los gastos que, en beneficio del activismo, Bassaterra y el resto de miembros del colectivo justificaban con facturas. Y que, según la investigación, « resultaron ser en su mayoría falsas o simuladas » y «sirvieron para respaldar reclamaciones económicas fraudulentas, engañando a All for Climate con su apariencia de veracidad y provocando la liberación de fondos del Fondo de Emergencia Climática destinados a Futuro Vegetal». La Brigada Provincial de Información de Madrid analizó hasta 52 transacciones que All for Climate autorizó en favor de Bassaterra, bajo el pseudónimo de Gato con Batos , y que acabaron, en su mayoría, -presuntamente- en sus dos cuentas bancarias (una francesa y otra española) o fueron depositadas, siguiendo sus indicaciones, en cuentas de terceros. Del examen de las mismas se concluye, según recoge el informe, que Bassaterra es el miembro de Futuro Vegetal que más dinero ha obtenido del movimiento: más de 61.000 euros hasta el pasado mes de mayo (ABC ya publicó las retiradas hasta enero) , de los cuales 44.666 los obtuvo mediante la presentación de facturas falsas. «Para ello, justificó gastos, trabajos y relaciones con proveedores que se han demostrado inexistentes, llegando en algunos casos a modificar él mismo las facturas y en otros, a emitirlas a su nombre o a nombre de personas ficticias », exponen los agentes. Por ejemplo, presentó 10 facturas para justificar el supuesto gasto de 16.800 euros por la adquisición de material de obra a una empresa, Construcciones del Sur 2015 S.L., sin actividad desde 2022 y cuyo administrador niega haber emitido ninguna factura. Es más, explicó a los investigadores que la cuenta bancaria de la empresa no tiene actividad desde julio de 2020, por lo que «es imposible que haya recibido ninguna transferencia de las que se reflejan en las facturas presentadas» por Bassaterra. La constructora «no confeccionó» las facturas, «ni realizó los trabajos ni cobró por ellos», zanja la Policía. Los metadatos extraídos de las facturas indican que las mismas fueron creadas y editadas por el propio Bassaterra, y según los agentes, «con el fin de lucrarse personalmente apropiándose del dinero propiedad del colectivo». Además, el líder de Futuro Vegetal pasó como gastos del movimiento la parte que le correspondía pagar- 7. 790 euros - de la caravana en la que vive con su pareja, Marina González, también miembro de Futuro Vegetal e investigada en la misma causa. Constan más facturas, recogidas en el oficio policial, como las atribuidas a una empresa dedicada a la confección de prendas de vestir y que su propietaria no reconoce. Se trata de 5.534 euros por supuestos trabajos que Bassaterra pidió transferir a una cuenta a nombre de su expareja, con la que tiene una hija. Así como otros 3.279 euros que el líder de Futuro Vegetal ordenó ingresar en una de sus cuentas. «Esto evidencia el uso arbitrario de los fondos por parte del investigado, quien los administra para obtener un lucro personal en detrimento de la organización», señala la Policía. Bassaterra también utilizó Contasimple, una herramienta de facturación en la nube donde se puede generar facturas en nombre de una empresa o autónomo y que le sirvieron para que All for Climate liberara de los fondos de Futuro Vegetal un total de 11.058 euros. La unidad policial también estima que estas facturas son « simuladas o falsas ». Además habría presentado al menos una factura a nombre de una empresa, Copistería Estrella, que no existe. Y no habría sido el único. La Policía cree que, en su papel de administrador, Bassaterra habría aprobado la presentación de facturas falsas por parte de otros usuarios de Open Collective. Se trata de otros 12 miembros más de Futuro Vegetal, seis de ellos aún sin identificar, que, de acuerdo al informe, muestran también «patrones sospechosos y justificaciones inconsistentes con la naturaleza de los gastos declarados». Son estas personas las que -sostiene la Policía tras los nuevos hallazgos-, conformaron la «verdadera» organización criminal que utilizó al colectivo como un medio para desviar dinero. «Sin la actividad de Futuro Vegetal no se podrían haber conseguido fondos y, sin fondos, no podrían haberse lucrado ilegalmente estos cabecillas». Los agentes les atribuyen además estafa y falsedad documental. Mañana están citados para declarar como imputados en los Juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) un total de nueve miembros de Futuro Vegetal, entre ellos Bilbo Bassaterra.