Evo Morales, expresidente de Bolivia, ofreció una conferencia de prensa en la que negó rotundamente las acusaciones de tráfico de personas y abuso de una menor que enfrenta actualmente. Morales afirmó que estas acusaciones forman parte de una campaña de desprestigio orquestada por el gobierno de Luis Arce, como represalia por la marcha que él lideró hacia La Paz en días recientes.
"Yo no puedo entender qué clase de procurador o ministro de Justicia tenemos, cuando este caso está cerrado. Acaso no sabe que ya fui investigado por este delito. En aquel entonces ya se investigó y no encontraron ni demostraron nada", indicó el exmandatario.
El pronunciamiento de Morales llega luego que el ministro de Justicia, César Siles, confirmó que el exmandatario enfrenta un proceso abierto y una investigación en curso por un supuesto caso de violación a una menor de 15 años ocurrido en 2015, durante su mandato. Aunque Morales insiste en que estas acusaciones son infundadas, el caso ha generado un fuerte debate en Bolivia.
"No puedo entender qué clase de ministro de Justicia tenemos, sabiendo que este caso está cerrado, porque no hubo nada, es una mentira" indicó Morales desde Cochabamba, fortín político en el que se encuentra rodeado de seguidores. Además, el exmandatario aseguró que estas acusaciones se tratan maniobras políticas realizadas por Luis Arce en forma de represalia por la marcha que encabezó.
"Después de la marcha empiezan cuatro procesos contra Evo, antes de la marcha no había procesos", señaló Morales con relación a las acusaciones de instigación pública a delinquir, daños a la infraestructura caminera y utilización de un vehículo de una persona con antecedentes de narcotráfico. No obstante, la acusación más polémica es la que lo vincula a la violación de una menor de 15 años y crear la red de jóvenes Generación Evo.
Según documentos revelados por Infobae, el 31 de mayo de 2018 se emitió en un registro civil de Yacuiba una partida de nacimiento que acredita a Juan Evo Morales Ayma como padre de una niña.
La fecha de nacimiento de la menor, el 8 de febrero de 2016, propone que la madre tenía 16 años en ese momento, lo que implicaría que la relación con Morales comenzó cuando ella tenía 15 años. Este caso generó gran controversia, ya que se trata de una situación que, de confirmarse, involucraría al expresidente en una relación con una menor de edad, lo cual es penalizado por la ley.
Cabe indicar que este caso volvió a ganar relevancia cuando la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, denunció que fue removida de su cargo por negarse a cumplir con las órdenes del fiscal general, Juan Lanchipa, quien supuestamente le pidió abandonar el caso y anular la orden de captura contra Morales. A pesar de las acusaciones, Morales sostiene que estas denuncias surgieron en 2020 y que fueron rechazadas por la Fiscalía.
