Tiburones, arañas, serpientes, leones... muchos de los animales que componen la fauna son conocidos por ser tan temibles como temidos por la población general. Ya sea su aspecto, su grandeza, su furia o los peligros de tenerlos cerca. Así, este tipo de especies son considerados los más peligrosos de los que habitan en nuestro planeta, pero en los primeros puestos de la lista, se encuentra un animal que destaca no por esas características, sino por ser una mascota común o uno de los más queridos por las personas: el gato.
Los gatos han acompañado al ser humano durante miles de años, y pueden ser considerados incluso de la misma familia. Pero también se trata de un depredador nato que causa graves daños si ataca. Por fortuna, no hablamos del gato doméstico, es decir, aquel que muchos tienen en sus casas o que pasean a sus anchas por las calles de los pueblos y ciudades. Sino a algunas de sus variantes que entran dentro del término "gato africano".
"El gato africano de patas negras tiene una feroz reputación como el gato más mortal del mundo, pero si vieras uno en una calle suburbana, probablemente lo confundirías con un gatito atigrado extremadamente lindo. Además de ser el felino más letal del mundo, el gato de patas negras (Felis nigripes) también es el felino más pequeño de África", explica la revista "Iflscience", que presenta a este animal como el segundo mayor depredador de nuestro planeta.
"Con un peso de entre 1 y 2 kilogramos y unas medidas de entre 35 y 43 centímetros cuando es adulto, estas diminutas bestias tienen la mitad del tamaño de un gato doméstico medio y son aproximadamente 200 veces más pequeñas que un león. A pesar de su pequeña estatura, estos felinos tienen una tasa de caza impresionantemente alta".
En cuanto a sus características, describe que "estos felinos, que recorren hasta ocho kilómetros cada noche en busca de comida, intentan cazar aproximadamente cada treinta minutos y logran atrapar entre diez y catorce presas cada noche". "Se alimentan de todo tipo de animales, desde pequeños roedores hasta pájaros y, a veces, insectos; también se sabe que cazan presas más grandes que ellos, como la liebre africana".
Son felinos que habitan en África y que tienen características de comportamiento y un grado de peligrosidad para los seres humanos. De esta especie en concreto, la revista afirma que "si bien solían habitar gran parte de Botsuana, su número ha disminuido tanto que no se han visto ejemplares salvajes en el país desde hace varios años".
Así, podemos encontrar otras especies dentro de la categoría de "gato africano" como el gato serval, un felino que puede ser agresivo si se siente amenazado y que, aunque no suele ser peligroso para las personas, mantenerlos como mascota sin experiencia puede llevar a accidentes por su comportamiento salvaje, pues puede defenderse con uñas y dientes y causar graves heridas.
En la categoría de gato africano, también encontramos el gato caracal, conocido por sus habilidades de caza y agilidad y especialmente peligroso si se le mantiene sin las condiciones adecuadas; el gato montés africano, antepasado del gato doméstico, o el gato dorado africano, una variante más rara y con un comportamiento más esquivo que los anteriores.
La peligrosidad de estos animales aumenta si se sienten amenazados en su hábitat o si intentan defender su territorio. Los ataques a humanos, asimismo, son extremadamente raros debido a su hábitat y además, algunas de estas especies están protegidas debido a su situación vulnerable, por lo que interactuar con ellas o mantenerlas en cautiverio puede ser ilegal