Realmente, es indudable que el nuevo y negativo instrumento de poder es el control de la conducta de los ciudadanos, desde una perspectiva que niega el valor de las libertades humanas. La vigilancia líquida de Bauman pone de manifiesto, que los sistemas de vigilancia pueden utilizar el poder para controlar y censurar conductas. Las sociedades están sometidas al cibercontrol, lamentablemente, en mayor o menor medida.