Medir la calidad de vida de un país es una tarea compleja debido a la diversidad de factores que la determinan. No existe un único parámetro que permita valorar de manera absoluta cómo se vive en un país, por que se requiere el uso de múltiples indicadores en distintas áreas que impactan en el bienestar de la población. En este sentido, uno de los índices más utilizados para medir esta realidad es el Índice de Progreso Social , desarrollado por la organización Social Progress Imperative. Para ellos, el progreso social de un país no solo se basa en su capacidad para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, sino en garantizar que ésta alcanza su máximo potencial. A diferencia de otros indicadores centrados en factores económicos, este índice utiliza 60 indicadores que miden exclusivamente resultados sociales y ambientales, proporcionando una visión más completa del bienestar en cada nación. Los indicadores del índice se dividen en tres áreas clave. La primera es la satisfacción de necesidades básicas, que incluye acceso a recursos esenciales como alimentos, agua potable, vivienda digna y seguridad. La segunda se enfoca en el bienestar, abarcando aspectos como la educación, el acceso a información, la salud y la calidad ambiental. La última dimensión se refiere a las oportunidades, donde se miden derechos sociales, libertades, inclusión y acceso a educación superior. En la edición más reciente del índice, se observó una tendencia preocupante. Un total de 61 países registraron un descenso significativo en su progreso social, mientras que otros 77 se mantuvieron en un estado de estancamiento. Solo 32 países lograron mejorar su situación en comparación con años anteriores. Este retroceso global supone la primera recesión del progreso social en la última década, siendo la caída en áreas como salud, derechos y acceso a la información los factores más influyentes en esta tendencia negativa. España ocupa actualmente la posición 25 en la lista de países con mejor calidad de vida, un descenso de cuatro puestos respecto a la edición anterior del índice y de dos en comparación con 2020. Dinamarca y Noruega encabezan el ranking mundial, seguidos por Finlandia y Suiza, consolidándose como los países que ofrecen las mejores condiciones de vida para sus ciudadanos.