Con más de 60 años en el mercado nacional, Cruz del Sur es una de las empresas de viajes interprovinciales más conocidas del Perú. Además, ha alcanzado tanto éxito que sus viajes terrestres han traspasado fronteras. A lo largo de su historia, no todo fue color de rosa, ya que enfrentó momentos de mucha incertidumbre debido a la pérdida de su fundador, don Uberto Misad Núñez, un empresario visionario que fue el artífice de esta iniciativa, dado que sentó las bases de una compañía que rápidamente se destacaría en el ámbito del transporte terrestre.
La empresa tuvo sus orígenes en la década de 1960, cuando fue fundada en la ciudad de Arequipa, específicamente en la localidad de La Punta de Bombón, situada en el valioso y fértil valle de Tambo. Allí empezó a ganar popularidad entre los viajeros frecuentes. Sin embargo, a pesar de un inicio prometedor, la compañía enfrentó una profunda crisis familiar y económica que amenazó su existencia.
Todo ocurrió el 18 de agosto de 1979, cuando un trágico accidente en Tacna provocó numerosas pérdidas humanas. Además, en aquel infortunio se encontraba el fundador de la empresa, quien tenía grandes ambiciones para el futuro. Su muerte dejó un gran vacío, lo que generó incertidumbre sobre el futuro de la compañía. Tras este suceso, las acciones pasaron a manos de la familia del fallecido fundador. Sin embargo, impulsados por emociones intensas y la complicada coyuntura, optaron por vender la empresa dos años después. Esta agitada fase culminó en una grave situación de quiebra, que representó un momento decisivo en la trayectoria de Cruz del Sur.
El futuro parecía oscuro y sin rumbo en los dos primeros años tras la ausencia del fundador, don Uberto Núñez: no había ninguna esperanza alentadora para revertir la quiebra en la que Cruz del Sur estaba inmersa. No obstante, en 1981, un salvavidas devolvió la tranquilidad a la empresa, lo cual permitió recomponer su situación económica y aportar la experiencia necesaria para superar la crisis.
Una luz de esperanza llegó gracias a la incorporación del Grupo Ibárcena, que fue un gran soporte para revertir una situación que parecía imposible de solucionar. La adquisición de la empresa fue un gran aliciente, debido a que, bajo la dirección de don Ángel Ibárcena Reinoso, propietario del grupo accionista, marcó un nuevo capítulo en su historia con la adopción del nombre Cruz del Sur. Este cambio en la administración trajo un enfoque renovado, centrado en la modernización y la satisfacción del cliente, con prioridad en la seguridad, puntualidad y excelencia en el servicio.
Esta estrategia se reflejó en la actualización de la flota de autobuses, lo que otorgó a la compañía una ventaja competitiva en el sector del transporte. Además, la diversificación de su oferta con las categorías Crucero Suite, Crucero e Imperial Tour Perú, que combinan confort y calidad, transformó la experiencia de viaje para los pasajeros. Esta apuesta por la innovación y la mejora continua permitió superar retos anteriores y consolidar a Cruz del Sur como líder en su industria.
El notable crecimiento de la empresa le ha permitido sumar más destinos a su oferta para brindar lo mejor a su clientela. Hasta la fecha, Cruz del Sur cuenta con más de 50 agencias distribuidas a nivel nacional. Las sucursales, situadas en diversas zonas del territorio peruano, registran una gran demanda en la página web, donde los clientes encuentran información detallada sobre el servicio y los destinos disponibles.
Además de sus constantes viajes interprovinciales, y con el fin de expandirse fuera de nuestras fronteras, también se ofrecen destinos internacionales principales de Sudamérica, como Santiago de Chile, Buenos Aires, Quito y Bogotá.