Líderes industriales anticipan un “horrible” impacto en la economía de México (que entró en un ‘bache’) si la huelga de trabajadores en los puertos del este de Estados Unidos se prolonga.
La huelga, que estalló en el primer minuto del martes 1 de octubre, provoca al día perdidas económicas que van desde los 3 mil 800 hasta los 4 mil 500 millones de dólares, esto según cálculos de JPMorgan Chase.
¿Cuáles son los posibles impactos para México? La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) advirtió que si no llegan los productos desde los puertos estadounidenses hacia nuestro país, se va a empezar a romper la cadena de suministro.
“Principalmente va a afectar a la carga, a la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), a todo el transporte de carga que llega por los puertos”, dijo Alejandro Malagón Barragán, presidente del organismo.
Ante esta situación, la IP de México ya ha iniciado reuniones con sus contrapartes estadounidenses para buscar soluciones y mitigar los efectos negativos.
Malagón Barragán explicó que la huelga, motivada por demandas de mejores salarios y oposición a la automatización de los puertos, podría afectar la importación de una amplia gama de productos, desde automóviles hasta materias primas esenciales para la industria mexicana.
“Si esto dura ocho o nueve días, va a ser un impacto económico horrible”, advirtió el líder industrial, comparando la situación con la disrupción de las cadenas de suministro durante la pandemia de COVID-19.
Para abordar la crisis, Malagón Barragán se reunirá con la National Association of Manufacturing (NAM) y la Texas Association of Business (TAP). “Vamos a ver qué nos van a decir, cómo lo están manejando, porque es un problema que tienen ellos allá, pero que nos va a afectar a nosotros”.
Fernando Con y Ledesma, presidente de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros, destacó que aunque podría haber un beneficio coyuntural para los puertos mexicanos del Golfo, el impacto general será negativo.
“La economía americana se va a ver colapsada en caso de que esto continúe. La industria automotriz va a ser una de las primeras que va a sufrir, ya no se diga la alimentaria o los retails”, señaló.
Con y Ledesma sugirió que algunas cargas podrían desviarse a puertos mexicanos y luego enviarse por vía terrestre, pero advirtió que esto podría colapsar aún más la infraestructura logística mexicana.
En este sentido, Claudia Sánchez Porras, directora general de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), anticipó un aumento significativo en los costos de transporte alternativo.
“Puede ser un 80, 100 por ciento de aumento. Se encarece todo, por supuesto”, señalando que, aunque los puertos mexicanos podrían absorber parte de la carga desviada, el verdadero desafío está en el destino final de las mercancías en EU.
