Marcos Alonso ha superado con creces las expectativas en lo que se refiere a su aterrizaje en el
Celta de Vigo. Después de un año en el que contó entre y poco y nada en el
Barcelona, sonó fuerte para recalar en el Atlético de Madrid el pasado verano, pero dicha operación nunca llegó a concretarse y acabó recalando en el conjunto celeste en el tramo final del mercado. Llegó a
Balaídos sin haber realizado la pretemporada con el resto del grupo, pero en tiempo récord ha conseguido hacerse con un hueco en el once de
Cláudio Giráldez y ahora se antoja indiscutible.
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