Ante la atenta mirada del mundo entero, Irán lanzó una ofensiva sobre Israel el pasado lunes. Un ataque que se saldó con el lanzamiento de más de 180 misiles balísticos que tenían como objetivo impactar sobre el país hebreo pero que finalmente fueron interceptados por la denominada "cúpula de hierro" instalada en territorio israelí. Tras estos ataques, muchas naciones han mostrado su preocupación ante el uso de estas armas, entre ellas, España. Si bien es cierto que nuestro país no posee tal defensa, la realidad es que España dispone de una defensa por capas que fue aprobada por el Consejo de Ministros en el pasado mes de abril.
El Gobierno autorizó la modernización del sistema de defensa antiaéreo con el propósito de evitar la obsolescencia y mejorar la capacidad de defensa de la nación. En concreto, el Mando de la Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra cuenta con cuatro misiles de defensa con distintas capacidades de alcance para neutralizar las posibles amenazas dentro de todo el territorio.
El sistema defensivo español de mayor eficacia y poder es la batería antiaérea Patriot. Se trata de un arma de origen estadounidense que ya fue empleado por Ucrania para defenderse de los ataques rusos y que puede impactar contra objetivos que se encuentren a 100 kilómetros de distancia. España cuenta con tres baterías de seis lanzadores, por lo que se pueden lanzar hasta 20 misiles de forma simultánea, permitiendo destruir misiles balísticos o misiles tácticos gracias a su última tecnología que permite una mayor precisión.
La segunda de las capas defensivas españolas se compone de los misiles Hawk. España dispone de 74 unidades, además de una decena que fueron cedidos al Gobierno ucraniano. Estos misiles cuentan con un alcance de 40 kilómetros y tiene la capacidad de detectar, identificar, seguir y destruir objetivos aéreos a baja y media altura. Además, una de sus características principales es la capacidad de operar de forma autónoma.
Otro de los componentes que forman parte del sistema de defensa es el sistema NASAMS, un misil fabricado en Noruega que tiene un alcance de 25 kilómetros y que fue modernizado el año pasado por decisión del Gobierno con un coste de más de 600 millones de euros. Este misil es utilizado para la destrucción de cualquier aeronave no tripulada, cazas y drones.
La última capa de defensa es el misil de corto alcance Mistral, un armamento desarrollado por una empresa francesa que tiene como alcance 6 kilómetros. Estos misiles cuenta con un porcentaje de eficacia del 96%, con capacidad de neutralizar blancos aéreos como misiles anti-buques o diferentes tipos de drones.
Además de los misiles disponibles por el ejercito de tierra, el ejercito del aire cuenta con diversas armas para hacer frente a cualquier ataque sobre nuestro espacio aéreo. Estos son:
Por último, España cuenta con su propia tecnología en sistemas antidrones. Esta es denominada CERVUS III, fabricada por la empresa tecnológica TRC y su objetivo es proteger el espacio aéreo y garantizar la seguridad ante posibles ataques con drones.