En España hay más de 1,7 millones de alumnos matriculados en la universidad, según los últimos datos del Ministerio de Universidades, de los cuáles muchos han comenzado su andadura universitaria este mes de septiembre bien en alguna de las 83 universidades públicas de nuestro país, o en uno de los 33 centros privados.
Antes de entrar en la universidad, hay que poner todas las cartas sobre la mesa y evaluar qué opción es la más adecuada, además de entender cómo se distribuyen los planes de estudio universitarios, que están formados por créditos, una unidad de medida utilizada para cuantificar el tiempo estimado que un estudiante debe dedicar a la asignatura y que equivale a unas 25-30 horas de estudio de la misma. De este modo, una asignatura con 6 créditos equivaldría a unas 150 horas de estudio.
Pero además de estudiarlos, hay que pagarlos. Durante el último curso de 2023-24, el crédito costó 15,49 euros, mientras que el año anterior fue de 15,62 euros, lo que significa que el precio medio experimentó un pequeño descenso de 13 céntimos que se descontarían del precio total de la matrícula, explican desde Bankinter.
Aunque lo habitual suelen ser 60 créditos por curso, su coste puede variar dependiendo tanto de la carrera como de la universidad. Según los datos recogidos por Bankinter, hay hasta 10 comunidades en la que el precio del crédito iguala o supera a la media española, siendo Navarra la región en la que es más elevado al alcanzar los 19,29 euros por crédito. Le siguen la Comunidad de Madrid, con 18,54 euros de media, y Cataluña con 18,14 euros, mientras que por el contrario, Galicia es la que tiene el precio medio más bajo por crédito (11,70 euros).
Como se puede observar, aunque la universidad sea pública, no es gratuita, por lo que cada vez más estudiantes se ven obligados a recurrir a las becas que ofrece el Ministerio de Educación.
Otro de los factores que puede hacer que el precio sea más elevado es el ámbito de estudio ya que, en general, los grados de Ingeniería, Ciencias y/o Ciencias de la Salud suelen ser más caros porque su estudio requiere instalaciones especiales que suponen un gasto adicional para la universidad. De este modo, las carreras de las universidades públicas se categorizan según su “grado de experimentalidad”, de más caras a más baratas.
La diferencia que más llama la atención es que el coste de la matrícula es muy superior en una universidad privada que en una del sistema público, tanto que el coste de un grado universitario público puede oscilar entre los 680 y los 1.280 euros anuales, mientras que en las privadas el coste asciende notablemente: entre 5.000 y 30.000 euros al año.
Aun así, el precio vuelve a depender de la carrera y de la universidad. Un ejemplo es el caso de la carrera de Medicina, donde el precio del primer curso en la Universidad Complutense de Madrid es de 2.737,71 euros, mientras que si se opta por la opción privada, como la Universidad Europa, el precio puede ascender hasta los 23.780 euros.
