El buque escuela Juan Sebastián Elcano leva anclas este sábado y concluye su estancia en el puerto de Barcelona con un éxito de visitas: diez mil barceloneses han pasado por el Buque Escuela desde el pasado domingo cuando arribó a la Ciudad Condal para apoyar la Copa América. Luis Carreras-Presas Do Campo (La Coruña, 1972), que acaba de terminar su primer crucero de instrucción como comandante del Juan Sebastián de Elcano, volverá a salir a la mar en enero de 2025 para realizar un segundo viaje. Su Alteza Real, la princesa Leonor de Borbón , se integrará a la dotación de los guardiamarinas. El comandante se despide de Barcelona con una charla en el Círculo del Liceo acompañado de su oficialidad. La relación de la entidad barcelonesa con la Armada es antigua: desde 1869 con la visita de Pascual Cervera Topete hasta hoy con las charlas de geopolítica del almirante Ignacio Cuartero, el capitán Damián Niebla, el AJEMA Antonio Piñeiro o el contacto permanente con el comandante Javier Moreno que está a punto de concluir su destino en Barcelona. «Barcelona es una ciudad mediterránea, pero no hay mucho de sus ciudadanos más destacados que estén estrechamente relacionados con la mar. Si es así en Barcelona imaginemos lo que es en otras ciudades españolas sin puerto de mar», observó Carreras-Presas Do Campo. A punto de culminar su centenario en 2027, el Juan Sebastián Elcano «desmiente algunos tópicos de la vida marítima como la dureza del trabajo, la suciedad, las penurias alimentarias, o esas vocaciones forzadas de quienes no tienen nada que perder», apuntó. El comandante se remontó al siglo XVI y puso como antecedente del Buque Escuela, la Escuela de Pilotos de 1503 en la Casa de Contratación de Sevilla. Los astilleros españoles, subrayó, «acumularon el conocimiento y la tecnología para construir nuevos tipos de barcos». Hoy, ese aprendizaje científico de aparatos complejos o las conversaciones vía satélite con artistas y profesionales de éxito se conjuga con el día a día de la vida marinera como el mantenimiento y las guardias del barco. Como escribió Conrad en 'El espejo del mar' un buque de velas que impulsa el viento -como el Juan Sebastián Elcano- «parece extraer su fuerza del alma misma del mundo». Pero navegar no es cuestión de magia ; exige el aprendizaje de percibir el comportamiento de la naturaleza para así aprovechar sus energías. El Juan Sebastián Elcano desplegará este sábado su veintena de velas y zarpará de Barcelona en su función de embajada itinerante : «Somos conscientes de lo que significa nuestro Buque Escuela. Nosotros y también los guardamarinas desde que pisan por primera vez la cubierta», recalcó Carreras-Presas Do Campo.