Los sucesivos gobiernos de Sánchez llevan cinco años ignorando –o atacando– institucionalmente a Andalucía. Un tiempo en el que el socialismo se ha ido evaporando del mapa político autonómico, mermados en el parlamento, barridos en todas las capitales de provincia y expulsados de bastiones históricos como la Diputación de Huelva. Tal es el fruto de volcar toda la energía en devolver deudas al independentismo… y atizar en paralelo al resto de comunidades. Pese a que la estrategia está lejos de arrojar ningún rédito para el PSOE por estas tierras, siguen atrapados en su burbuja. El penúltimo ejemplo lo protagoniza Carlos Cuerpo, titular de Economía. Atacó ayer en Sevilla a Juanma Moreno por querer «soplar y sorber al mismo tiempo». Con...
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