Alemania no entregará armas de largo alcance a Ucrania, insistió el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, este viernes, cuando los dirigentes estadounidense y británico discuten sobre la posibilidad de autorizar a Kiev a usarlas contra Rusia.
"Alemania tomó una decisión clara sobre lo que hacemos y lo que no hacemos. Esta decisión no cambiará", declaró el canciller socialdemócrata durante una rueda de prensa en Berlín.
El dirigente alemán insistió en que su país, el mayor contribuyente europeo de ayuda financiera y militar a Ucrania, no entregará a Kiev misiles de largo alcance Taurus, de fabricación alemana.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenksi, reclama desde hace varios meses estas armas, que tienen un alcance de más de 500 km y podrían golpear el territorio ruso.
Políticos alemanes, incluidos miembros de la coalición del gobierno de Olaf Scholz, le pidieron que dé el paso. El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente estadounidense, Joe Biden, se reunieron el viernes en Washington para hablar del tema.
Ucrania espera que ambos dirigentes le den una mayor libertad de acción para usar los misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido y los ATACMS suministrados por Estados Unidos.
Ambos tienen un alcance de varios cientos de kilómetros y permitirían a Ucrania alcanzar los centros logísticos del ejército ruso, que invadió la exrepública soviética en febrero de 2022.
El portavoz de Scholz, Steffen Hebestreit, declaró que "las armas sobre las que Estados Unidos y Reino Unido están discutiendo actualmente son armas que nosotros no suministramos (...) y, en este sentido, no hay ningún cambio".
Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, Scholz se alineó repetidamente con las decisiones de Washington sobre el suministro de armas a Ucrania.
Pero el jefe del Gobierno alemán debe mantener un delicado equilibrio entre su compromiso de ayudar a Ucrania "el tiempo que haga falta" y los temores de una parte de la opinión pública, preocupada por una posible escalada con Moscú.
El partido socialdemócrata de Scholz, que gobierna en coalición con los verdes y los liberales, sufrió un contundente fracaso en dos recientes elecciones regionales frente a la extrema derecha, que se opone al apoyo militar a Ucrania.