Una matiné en toda regla, una función de día, en plena calle y con decenas de coches carburando como si no hubiese un mañana. Y con alcohol, claro, muchísimo alcohol . Eso fue con lo que se topó el sábado la Policía Municipal en una zona industrial de Villaverde, convertida en un 'after hour' a la luz del día y que, según los testimonios recabados, no era la primera que organizaban. No se sabe si será la última, aunque la concentración acabó con sanciones. Ocurrió el 7 de septiembre a las 10.10 en la calle del Caballero Andante. Se trata de un área junto a una planta transformadora de energía, encajonada entre la carretera de Andalucía (A-4) y las vías del tren que circundan el barrio de San Cristóbal de los Ángeles. Una llamada al 092 alertó de la juerga que se había montado en ese punto y acudieron los primeros agentes. Según ha podido saber ABC, al llegar se quedaron impresionados al contabilizar alrededor de más de 150 personas y una treintena de vehículos. La desproporción de alborotadores con respecto al número de funcionarios policiales era tal, que tuvieron que pedir refuerzos a la Comisaría Integral del Distrito de Villaverde (CID) y a la de Central de Seguridad (CCS), los antidisturbios del Cuerpo local, ante el riesgo de que pudieran producirse altercados en el desalojo. Según explicaron, en la zona estaba una multitud bebiendo, con música a todo volumen y bailando, al estilo de una fiesta 'rave'. Por ello, además de más policías, reclamaron un equipo de etilómetros. Pasados unos minutos, ya con todos los efectivos presentes, comenzaron a identificar a uno por uno de los jóvenes y a realizar pruebas de alcohol a los que estaban allí con sus coches. Finalmente, fueron filiadas 108 personas y se practicaron 35 test (el mismo número de vehículos). Se levantaron tres denuncias por tenencia de sustancias estupefacientes y otras cuatro por quebrantamiento de la normativa de tráfico, explican a este periódico las fuentes consultadas. Llamativo resultó, además, que al ser preguntados por qué estaban en ese lugar, los participantes afirmaron que era una zona de encuentro: «Quedamos aquí por redes sociales cuando salimos de las discotecas más próximas de esta zona de Madrid». Lo que no ha trascendido es si se elevaron multas por consumo indebido de alcohol en la calle , el botellón, y en ese caso cuántas fueron. La Policía Municipal investiga ahora si esa zona, como dijeron los interpelados, es un punto de encuentro común y asegurarse de que no se repita.