Como si de una telenovela mexicana se tratara, el Senado reunió este miércoles todos los elementos de una exitosa serie dramática: intrigas, traiciones y buenas dosis de suspense. En primer acto, la revelación del senador traidor, Miguel Ángel Yunes Márquez, senador del PAN que había estado missing desde el lunes.
Su compañera de bancada, la senadora Lilly Téllez escenificó la traición tirando al suelo 30 monedas. «Le aventé 30 monedas al traidor que vendió a la Patria en el Senado. Judas Yunes, ahí te aviento 30 monedas por traicionar a la Patria», dijo mientras lanzaba los pesos al suelo.
Mientras se desarrollaba la sesión, los manifestantes contra la reforma judicial y trabajadores del Poder Judicial que hasta el momento habían protestado en las calles irrumpieron en el Senado sin mayor oposición. «El Poder Judicial no va a caer, no va a caer», gritaron en el Salón de Plenos entremezclados con los senadores en una imagen insólita buscando quién los escuchara. «Exámenes sí, tómbola no», coreaban.
Los mexicanos siguieron la maratoniana jornada al borde del sillón. O mejor dicho, pegados a las redes sociales. Por la tarde, y ante la imposibilidad de seguir con la sesión en condiciones de normalidad, el presidente del Senado anunció el traslado de la Cámara a una nueva sede.
La semana pasada, el primer episodio de esta novela parlamentaria. La aplanadora de Morena y socios del partido Verde y del Trabajo aprobaban de madrugada y en un polideportivo reconvertido en Cámara Baja la reforma judicial.
El martes, los senadores continuaron su sesión en el palacete colonial conocido como Casona de Xicoténcatl, na sede alterna más sofisticada que el gimnasio donde se metieron los diputados. Les siguieron los manifestantes que fueron reprimidos con polvos de extintores. El incendio de las protestas se apagó –de momento– sin que hubiesen que lamentar daños personales.
Al show parlamentario hay que sumarle la dosis de premura en que las que se ha tramitado la reforma a la Carta Magna. Los nuevos diputados y senadores, elegidos en las elecciones del pasado 2 de junio, apenas tomaron posesión de sus cargos a finales de agosto. El periodo de sesiones se inauguró el 1 de septiembre. Y en solo 11 días los representantes del pueblo mexicano han logrado aprobar la reforma de la Constitución más importante de la historia reciente de México. ¿En qué momento se leyeron y estudiaron la reforma? ¿Cómo fue el proceso de debate y enmiendas? ¿Trabajo productivo de los legisladores? Pasadas las doce de la noche, tras más de doce horas de incidentes, los senadores sacaban adelante la votación.
