En la era de la inmediatez la vida cada vez va más rápido. Se corre prácticamente para casi todo, en ocasiones, casi sin tiempo para realizar otras tareas cotidianas. Una de ellas es, por ejemplo, cocinar. Para adaptarse a estas circunstancias son muchos los supermercados que tienen secciones de comida preparada y lista para consumir para satisfacer las demandas de muchas personas que o bien no saben cocinar o bien no tienen tiempo. Pero no son los únicos productos preparados que se pueden conseguir en un supermercado. En los últimos tiempos son muchas las marcas que ofrecen cafés preparados . Los hay de cadenas de restauración conocidas pero los propios supermercados también los comercializan a través de sus 'marcas blancas'. En este sentido, Mario Ortiz, un nutricionista ha valorado la calidad que tienen estos productos y se ha mostrado muy claro. Lo ha hecho a través de un vídeo subido en su cuenta de TikTok ( @marioortiznutricion ) y publicado el pasado mes de febrero. « No son una buena opción : ni el capuchino, ni el descafeinado, ni el de avena...», resuelve con contundencia. El nutricionista reconoce que «mucha gente los compra pensando que es una buena opción rápida por la mañana». Sin embargo, este profesional se ha parado a analizar los ingredientes que los componen y que hacen que no se una opción tan buena. En el caso de los cafés que analiza de una determinada cadena de supermercados «llevan leche semidesnatada, café y azúcar». Pero más que en los ingredientes, Ortiz se detiene en las proporciones y cantidades: « Por cada 100 gramos, 8,2 son de azúcares . Teniendo en cuenta que la leche por cada 100 son 4,5 azúcares propios del alimento que no es nada mano, este alimento llevaría 8,5». Sobre esta cuestión explica que hay que tener en cuenta que «mezcla otro ingrediente y de leche sería menos cantidad». Es por ello que considera que la cantidad de azúcar sería superior a cinco gramos. Subraya que pasa con los cafés como capuccino, pero también con el descafeinado «que lleva más cantidad». En cuanto al light, «aunque lleva menos cantidad -dos gramos respecto a 100- pero en un recipiente de estos supone más o menos seis gramos de azúcar». A su criterio, lo mejor es ir a una cafetería de barrio «y pedir un café para llevar» antes que recurrir a los cafés preparados que venden en el supermercado. Han sido muchas las reacciones que ha generado esta publicación. Entre ellas, las de quienes reconocen que los compran y que aseguran que «deben llevar aditivos porque engancha». Otros sin embargo opinan que «si miramos todo lo que comemos viviríamos del aire» o quienes reconocen que le echan mucha cantidad de azúcar incluso a los cafés que se hacen en casa.