Nació para desarrollar y garantizar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales erradicando las situaciones de discriminación, para asegurar que en España se pueda vivir la orientación sexual, la identidad sexual, la expresión de género, las características sexuales y la diversidad familiar con plena libertad. Éste era el espíritu de la llamada Ley Trans, aunque parece que el Gobierno lo invocó a través de una güija. Mejor no intentar adivinar las personas que se sentaron en torno a ese tablero, porque más de un año después nos hemos dado de bruces con la realidad de un texto normativo que vuelve a poner en entredicho el nivel de los escribas que dibujan las leyes para Pedro Sánchez....
Ver Más