Ha sido sin lugar a dudas el verano de la piña. En este mundo interconectado, en el que se puede llegar a hacer viral hasta el tema más recóndito, prácticamente todo el mundo ha leído o ha visto algo relacionado con el fenómeno de la piña en los supermercados. La piña ha dejado de ser simplemente un postre o un complemento para muchos platos, convirtiéndose en un componente todavía más importante en la vida diaria de muchas personas. Ha sido un simpático onubense, Luis, de Alfuturo Arquitectura , quien ha tratado de ir un poco más allá, y en la cuenta de Instagram de esta empresa, ha hecho un recorrido por el significado que a lo largo de la historia ha tenido la piña. El caso es que la locura que se ha desatado en la actualidad por la piña no es ni mucho menos nueva, tal y como se puede comprobar contemplando numerosos elementos ornamentales en forma de esta fruta que se encuentran en edificios, balcones y barandillas de muchos edificios de Andalucía . Tanto en Huelva, en Punta Umbría, Sanlúcar de Barrameda o Sevilla, se pueden encontrar estos curiosos adornos. «La piña en el Renacimiento era símbolo de distinción y sólo era accesible para personas de clase alta, ya que venían a costar lo que hoy serían 7.000 euros», explica Luis, quién detalla que la razón por la que eran tan exclusivas es que «es un fruto originario de Brasil , y era muy muy complicado que llegasen a Europa en buenas condiciones, por lo que las personas normales no habían visto una piña en su vida. Los ricos las usaban para 'chulear'». De ahí que este elemento pasase también como decoración al mundo de la arquitectura, convirtiéndose en un símbolo de distinción en las casas de las personas más acaudaladas.