Nuevo fichaje en el convento cismático de Belorado. Tal y como ha podido confirmar LA RAZÓN, desde hace varias semanas las clarisas excomulgadas están siendo atendidas por Sergio Casas Silva, un argentino que se presenta como sacerdote, periodista y profesor. Además, sería juez de boxeo y ganó en 2017 el campeonato nacional de cebador de mate en Paraná, o lo que es lo mismo, preparador de la bebida nacional del país latinoamericano.
Fuentes eclesiales de Argentina desmienten a este diario que pertenezca a la Iglesia católica, por lo que se trataría de otro falso cura, como todos los que vienen ejerciendo de capellanes del monasterio desde que la abadesa defenestrada, sor Isabel de la Trinidad, firmara el 8 de mayo el llamado «Manifiesto católico» que certificaba su ruptura con Roma. En cualquier caso, estaría alineado con el sedevacantismo, por lo que, de facto, estaría excomulgado. De hecho, en alguna entrevista reciente ha manifestado que el Concilio Vaticano II abrió un «proceso de infiltración por parte de los teólogos neomodernistas». En esta misma línea, mantiene que, a partir de los años 60, en la Iglesia «se abre la puerta para opciones sociales que proponen las corrientes marxistas».
Además, LA RAZÓN ha podido constatar que el Ministerio de Educación en Argentina le trasladó de colegio en abril de 2019 tras ser denunciando «por dar clases discriminatorias, misóginas, antidemocráticas y homofóbicas». La entrada en el convento de Casas Silva no implicaría que las monjas hayan roto con el falso obispo brasileño Rodrigo Ribeiro da Silva, que llegó en julio a Burgos para asesorarlas. Más bien, ambos se habrían coordinado para asistir espiritualmente a las religiosas mientras Da Silva continúa con sus tareas pastorales en Brasil. Junto a ellos estaría otro falso obispo, Raphael Cloquell, con quien celebraron una «cumbre» sedevacantista en la Plaza Mayor de Madrid en agosto.
