María Corina Machado pide no desistir en la lucha por lograr una transición democrática en Venezuela. Este lunes, después de que Edmundo González Urrutia asumiera el asilo político en España, la líder opositora reiteró que el país entero «sabe lo que pasó el 28 de julio, y que tenemos un presidente electo». Admitió que el país ha entrado en una nueva etapa política «y vienen días de muchísima intensidad y peligro». A su juicio, el exilio del candidato presidencial no cambia en nada el camino a seguir pues, «la urgencia y la legitimidad, así como la agenda y la estrategia, se mantienen».
«Fue una operación compleja que trascendió a actores locales. Él no podía realizar todas las funciones asociadas al liderazgo. Desde afuera puede hacerlo mejor», dijo Machado. Ella ha decidido quedarse en Venezuela, y sigue en la clandestinidad. Desde allí, y durante la presentación de una proclama ciudadana firmada por cientos de actores nacionales de todo el espectro de corrientes políticas, insistió en que la comunidad internacional debe reconocer como presidente electo al exdiplomático.
Entretanto, en Venezuela el comunicado de González Urrutia, así como su solicitud de asilo, ha tenido lecturas contrapuestas. Por un lado, quienes sienten un duro golpe asestado por el chavismo, y por otro quienes creen que el exilio sirve para «protegerlo» hasta que haya condiciones para que se juramente en Venezuela luego de enero de 2025. Allí se anota Machado.
En la Plataforma Unitaria distintos políticos mantienen la cautela. Varias fuentes consultadas por LA RAZÓN coinciden en que hay mesura en cuanto a posiciones públicas individuales debido al miedo de terminar encerrados. Después de todo, la mayor parte del círculo cercano a Machado está encarcelado y en el país sigue habiendo más de 1.700 presos de los 2.400 detenidos después de las elecciones, incluyendo menores de edad.
Otros evalúan el escenario por venir sin ver al mes de enero como un límite. En 2025 también están planteadas elecciones regionales y parlamentarias, aunque un directivo de un partido opositor dijo a este medio que «luego del 28 de julio va a ser problemático conseguir candidatos y especialmente electores».
Desde el chavismo preparan una ley antifascista que plantea prohibir candidaturas de quienes hayan emitido opiniones «contra la patria» o desconocido sus instituciones. El escenario del liderazgo en el exilio, pero también el de reconocimiento internacional a un presidente que efectivamente no está al mando de la burocracia, ya se ha vivido en Venezuela. En España hay al menos ocho opositores de alto calado exiliados, y el número en Estados Unidos es mayor. Allí reside Juan Guaidó quien no pudo lograr desplazar a Maduro del poder a pesar de su reconocimiento por hasta 64 países.