«En Villanueva del Arzobispo, después de una faena extraordinaria, el cuerpo abandonado y toreando con la mirada perdida en los tendidos, Talavante indultó el toro. Entonces ocurrió lo increíble: el torero quiso llevarse el toro dentro de los chiqueros... desaparecieron en una manga estrecha donde el toro lo cogió sin que hubiera manera de intervenir con certeza. Segundos dramáticos. Por fin los banderilleros agarraron el animal por el rabo y consiguieron liberar su presa. Un rabo, el que Talavante llevó en sus manos en una triunfal vuelta al ruedo con el ganadero, Niño de la Capea, antes de pasar a la enfermería. Parece que el matador no tiene ninguna herida grave... Lo siguen examinado en el hospital de Úbeda». Así relata el apoderado de Talavante, Simón Casas, lo sucedido esta tarde en Villanueva del Arzobispo en el quinto toro. Según informa Mundotoro, menos suerte tuvo el extremeño, que sustituía a Morante , con el primero de su lote, un animal muy deslucido, como también lo fue el lote de Juan Ortega. Pese a eso, el buen hacer del sevillano se hubiera visto recompensado de no haber fallado con la espada. Abría la terna Curro Díaz, que si bien estuvo con el primero, al que cortó una oreja, mejor aún con el cuarto, en el que toreó a placer las buenas embestidas de su oponente, y cortó las dos orejas. Los toros, como dijo Simón Casas, eran de El Capea.
