La búsqueda de la felicidad es un viaje personal y único para cada ser humano. Algunas experiencias pueden ser de gran interés para unos, mientras que para otros no generan satisfacción.
Aunque la dicha no es eterna, algunos expertos en neurología identificaron una serie de hábitos que promueven una vida más tranquila y equilibrada. Las llamadas “hormonas de la felicidad”, serotonina, dopamina, oxitocina y endorfinas, juegan un papel importante en el estado de ánimo.
Con ciertos matices que las distinguen, se puede afirmar que niveles adecuados de estas hormonas constituyen un escudo protector eficaz contra el desequilibrio emocional, según explica la página Cuerpo y mente.
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Para algunas personas, la felicidad se encuentra en el interior y no depende de factores externos, mientras que otras pueden experimentarla a partir de situaciones cotidianas.
El neurólogo de la Universidad de Wisconsin Madison, el doctor Richard Davidson, afirma que la felicidad es una habilidad que se puede aprender y perfeccionar con la práctica. Este pensamiento es compartido por algunos de sus colegas, como lo reveló en uno de sus trabajos recientes.
Este estudio se basó en la participación de un grupo de personas que se autocalifican como felices. Las respuestas de este grupo llevaron al doctor Davidson a identificar algunos de los hábitos principales que fomentan este sentimiento.
Según el neurólogo, estos son los hábitos más relevantes que las personas deberían practicar diariamente:
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