La atleta catalana Elena Congost ha cerrado con drama la participación española en los Juegos Paralímpicos de París después de ser descalificada a dos metros de la meta en el maratón de la clase T12, para deportistas con discapacidad visual. Congost cometió una irregularidad prevista en el reglamento: soltar la cuerda que le unía a su guía, Mia Carol. El motivo fueron los calambres que casi hicieron caer al guía a pocos segundos de cruzar la meta. El intento de Congost de ayudar a su compañero le acabó costando la descalificación. «Estoy destrozada, la verdad, porque tenía la medalla. Estoy superorgullosa de todo lo que he hecho y al final me descalifican porque a 10 metros de meta dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de morros al suelo y vuelvo a coger la cuerda y entramos a meta»«, dijo Congost al explicar lo sucedido. Tenía el bronce asegurado, pues la japonesa Misato Michishita, que fue quien finalmente se llevó el bronce, entró a tres minutos. El oro y la plata fueron para las marroquíes Fatima Ezzahra El Idrissi, campeona con nuevo récord del mundo (2:48:36), y Meryem En-Nourhi. «Fue un acto reflejo de cualquier ser humano para aguantar a una persona que está a tu lado y se está cayendo», siguió protestando Congost. «Cuando no hay ningún tipo de ayuda, ningún tipo de beneficio y cuando se ve claramente que yo me paro en seco». Hubo reclamación del Comité Paralímpico Español, pero no prosperó. Congost, que fue oro en Río 2016, se queda sin su segunda medalla. Me quedo sin nada, es que no le encuentro explicación alguna y me parece tan injusto y tan surrealista de verdad. Es triste porque además venía de estar sin beca y de estar en la estacada y era uno de mis objetivos, volver a conseguir beca y estar en el plan y me han vuelto a dejar fuera de todo cuando creo que he demostrado lo que podía hacer«, lamentó. «Que todo el mundo sepa que no me descalifican por hacer trampas, sino por ser persona», concluyó desolada.