A dos meses y cuatro días para que se realicen las elecciones presidenciales en Estados Unidos 2024, las encuestas le dan una “ligera” ventaja a Kamala Harris, actual vicepresidenta demócrata, frente al candidato republicano Donald Trump.
Sin embargo, los electores aún definen qué candidato se llevará su voto para que sea el próximo presidente, quien estará al frente de la Casa Blanca, pero las elecciones en Estados Unidos funcionan de manera diferente a las de México, debido a que en el suelo americano el candidato más votado no siempre resulta ser el ganador de la elección.
Esto puede generar confusión debido a que en algunos países del extranjero se elige al presidente con la mayoría de votos, mientras que en Estados Unidos el presidente del país no es electo directamente por los votantes, sino por un organismo electoral.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso electoral? ¿Por qué no gana quien tiene más votos? ¿Qué es el Consejo Electoral en Estados Unidos? Aquí te contamos como está conformado este sistema.
Lo primero que hay que tener en cuenta son a los aspirantes que buscan la presidencia en Estados Unidos. Los individuos que desean una candidatura presidencial deben contar con los siguientes requisitos:
De acuerdo con el portal web USAGov, una vez que el aspirante cuenta con estos requisitos debe recaudar más de 5 mil dólares (uno 98 mil 950 pesos mexicanos, al tipo de cambio del 30 de agosto) para registrarse en la Comisión Federal Electoral, además de nombrar a un comité de campaña encargado de recaudar y gastar fondos de campañas.
El proceso electoral comienza con las elecciones primarias y los caucus (como se les conoce en inglés) que son el siguiente paso en el que los 50 estados de EU y partidos políticos eligen a sus candidatos presidenciales; no obstante, su funcionamiento es distinto.
En este sentido, cada uno de los 50 estados y territorios de Estados Unidos convocan a elecciones primarias o caucus semanalmente para elegir al aspirante.
Cabe mencionar, que cada estado funciona diferente y con sus propias reglas, por lo que quién puede votar en las primarias o participar en los caucus varía en función de dónde se celebran.
Dicho proceso empezó el 15 de enero pasado en Iowa para el Partido Republicano, mientras que para el Partido Demócrata empezó el 3 de febrero en Carolina del Sur, y concluyó en junio de este año.
¿Qué pasa con el resto de los aspirantes? A medida que el calendario electoral avanza se define el o los favoritos, mientras que el resto de candidatos se retiran, ya sea por falta de apoyos o de dinero.
Aunque las primarias no son unas elecciones directas, los ciudadanos eligen delegados partidistas que los representarán en las convenciones que los dos partidos celebran para proclamar a sus candidatos.
Durante el verano, días antes de las convenciones, el candidato que ha ganado las primarias suele anunciar al que será su fórmula vicepresidencial, es decir, el primero en la línea de sucesión.
Con la proclamación de las dos candidaturas, termina la contienda interna y empieza oficialmente la campaña electoral a la Casa Blanca. Si ningún candidato tiene la mayoría, se llevan a cabo rondas adicionales de votación hasta que se elige a un nominado.
Las convenciones políticas de ambos partidos para la elección de 2024 se llevaron a cabo entre julio y agosto.
Con la llegada del otoño, los partidos y candidatos se vuelcan en hacer campaña, sobre todo en los estados considerados clave o ‘bisagra’, los cuales son:
Los candidatos detienen sus campañas para los tres debates a presidente y el debate a vicepresidente que se emiten en televisión abierta por cadena nacional.
Los debates presidenciales serán el próximo 16 de septiembre en San Marcos (Texas), el 1 de octubre en Petersburg (Virginia) y el 9 de octubre en Salt Lake City (Utah). El de vicepresidentes será el 25 de septiembre en Easton (Pensilvania).
Las elecciones están convocadas para el martes 5 de noviembre de 2024, aunque algunos estados abren semanas antes el proceso de sufragio por correo, cada Estado tiene un periodo diferente para realizar este tipo de votación.
En el sistema político y electoral estadounidense, son los estados, y no la nación, los encargados de organizar los comicios, aunque sean los presidenciales, cada uno con sus propias leyes y reglas.
Que el sistema sea así de complejo también hace que los medios de comunicación cobren importancia al ser los que proyectan durante la noche electoral o las horas posteriores quién es el ganador de los comicios, ya que las autoridades tardan semanas en oficializar resultados.
Pese a que, el 5 de noviembre los estadounidenses están llamados a acudir a las urnas a emitir su voto por el candidato de su preferencia, en realidad estarán votando por un grupo de funcionarios que forma parte del conocido “colegio electoral”.
Según la BBC, estos individuos son electores y su trabajo es elegir a un presidente y vicepresidente.
El colegio electoral se reúne cada cuatro años, unas semanas después del día de las elecciones, para llevar a cabo su cometido.
En las elecciones a la Casa Blanca, los 538 miembros del Colegio Electoral tienen que reunirse una fecha después para votar al presidente.
Esos 538 miembros están repartidos proporcionalmente en función de la población por los 50 estados y el Distrito de Columbia bajo el sistema de que el ganador en cada estado, con la excepción de Maine y Nebraska, se lleva todos los electores.
En general, los estados dan todos sus votos electorales al candidato que haya ganado las papeletas del público en ese territorio.
Solo hay dos estados (Maine y Nebraska) que dividen sus votos en función de la proporción de sufragios que cada candidato obtenga.
Es por eso que en el puñado de estados clave o ‘bisagra’ es donde realmente están en juego las elecciones.
En este sentido, será hasta diciembre de 2024 que el Colegio Electoral votará y elegirá al nuevo presidente de Estados Unidos, que tomará posesión el 20 de enero de 2025, junto con el vicepresidente.
* Con información de EFE