Sudán criticó un informe reciente de expertos de la ONU en el que piden el despliegue de una fuerza "imparcial" para proteger a los civiles, y calificó al Consejo de Derechos Humanos de "órgano político e ilegal".
"El gobierno sudanés rechaza en su totalidad las recomendaciones de la misión" de la ONU, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado publicado el sábado por la noche, acusándola de "violación flagrante de su mandato".
Los expertos de la ONU reclamaron este viernes el "despliegue sin demoras" de una fuerza "independiente e imparcial" que proteja a los civiles en el país africano, donde se están cometiendo "crímenes de guerra y contra la humanidad".
Sudán está sumido en una cruenta guerra civil desde abril de 2023, un conflicto que ya ha dejado decenas de miles de muertos y más de 10 millones de desplazados, según la ONU.
La guerra opone al ejército regular, dirigido por el general Abdel Fattah al Burhan, y a los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de su exadjunto, el general Mohamed Hamdan Daglo. Ambos bandos han sido acusados de crímenes de guerra, en especial de bombardeos indiscriminados en zonas habitadas.
"La protección de los civiles sigue siendo una prioridad absoluta para el gobierno sudanés", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que acusó a "las milicias de atacar sistemáticamente a los civiles y a las instituciones civiles".
Para el ministerio, el "papel" del Consejo de Derechos Humanos tendría que ser el de "apoyar el proceso nacional, más que buscar imponer un mecanismo exterior diferente".
De visita en Puerto Sudán, en el este, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que "el grado de urgencia es chocante, así como la inacción para detener el conflicto y responder al sufrimiento causado".