El interior de Italia, específicamente el centro de la bota, se encuentra una de las regiones con mayor encanto medieval del país. Colinas coronadas con pueblos y castillos, arte e historia es lo que encontraremos en la región de Umbría. Una de esas poblaciones encaramadas en cerros es Todi, rodeada de naturaleza y donde la historia se deja ver en su impresionante arquitectura civil y religiosa.
Todi estuvo en estrecho contacto con los etruscos, una civilización afincada en el centro de Italia que se integraron a la romana. En el siglo XII empezaría el esplendor de esta localidad a pesar de los conflictos continuos con las vecinas Spoleto, Orvieto y Narni. Más tarde, pasaría a pertenecer a los Estados Pontificios hasta 1860. En resumen, algo que no le falta a Todi es historia.
Todi está protegido por tres círculos concéntricos de murallas. Antes de llegar al centro urbano, ya son varios los edificios notables que se levantan como el Templo del Crucifijo (renacentista), Iglesia de Santa María de la Consolación, una joya de Bramante y el Convento de Montesanto, del siglo XVI.
El paseo por Todi requiere un buen calzado dado su sinuoso entramado de calles empedradas. El corazón de la villa se encuentra en la Piazza del Popolo (Plaza del Pueblo) que reúne varios de los importantes edificios gubernamentales de los siglos pasados: el Palazzo del Popolo, del siglo XIII; el Palazzo del Priore, del siglo XIV y con elementos góticos; el Palazzo del Capitano del Popolo, del siglo XIII, y la Catedral.
La villa está salpicada por varias iglesias, destacando el Templo de San Fortunato, precedido por una amplia escalinata de piedra. Se trata de un hermoso ejemplo del gótico de Umbría y es el sepulcro de uno de los poetas más importante de la Edad Media en Italia, el oriundo Jacopone da Todi.
Apacibles valles y arboladas rondan esta villa medieval en la que es típico pan caciato o nociato, un panecillo hecho con nueces, pecorino y pasas. En invierno, se entra en calor con palomba alla ghiotta, un ave pequeña asada con salsa de vino tinto.
La forma más rápida de llegar a Todi es en coche, vehículo que permite mucha libertad y es la mejor opción para surcar esta bella región de Italia. Todi se encuentra a 40 minutos en coche de la capital de Umbría, Perugia, y a dos horas de Roma. También se puede llegar en autobús desde Perugia a partir de 6 euros la ida (bajarse en la parada de Porta Orivieta).