Hay una nueva variante del matrimonio que se está intentando colar en la sociedad, la sologamia, esto es, casarse con uno mismo. Aunque sin validez legal, se trata de una ceremonia simbólica que incluye elementos de una boda tradicional como votos, anillo (en este caso, uno), invitados y un convite para festejar la autoaceptación y el amor propio, dicen sus defensores.