«Me conocen por ser la siesa que se casó con Jesulín de Ubrique », se quejó María José Campanario en el programa 'Emparejados' el pasado jueves, en Antena 3. Pero si hay algo cierto es que de siesa no tiene un pelo: es una mujer de carácter, como bien han podido comprobar en la redacción de 'Espejo público' esta semana cuando llamó echa una furia por el rótulo de un vídeo en la que podía leerse 'Campa a sus anchas', en clara referencia a la forma en que se la llamaba durante un tiempo, 'La Campa', apodo que a ella tanto le molesta. Esa tensa relación con los medios («me agobio mucho cuando me persigue un coche, las cámaras y todo eso. Y sí, es verdad que a mí me molestan bastante menos que a él», le confesó a Joaquín Sánchez y Susana Saborido ) fue lo que la llevó durante años a apartarse de los focos. También es verdad que se vio envuelta en situaciones que la llevaron a los titulares de todos los medios, como la Operación Karlos , por la que fue condenada como cooperadora necesaria en un delito de falsedad en documento oficial y un delito de estafa en grado de tentativa en una trama de obtención fraudulenta de pensiones por incapacidad. Hubo también otra razón para su silencio: la enfermedad, una fibromialgia. «Es muy complicada y le pasa a mucha gente. A mí, me llevó a encerrarme y a tener una depresión, pero no quiero ser ejemplo de nada. Tengo mucha más suerte que otros no tienen», compartió con Sonsoles Ónega. Y en silencio vivió el acoso mediático: «Ahora se habla mucho de salud mental, pero a mí no se me respetó y se han dicho cosas gravísimas sobre mí. Saqué fuerzas de mi marido y de mi familia». Ahora, María José Campanario ha recuperado la actividad de sus redes sociales (en unos meses ha publicado más 'posts' que en varios años), interactúa con sus seguidores (su comunidad supera los 63.000 seguidores) y no tiene reparos en mostrarse junto a su marido o compartir estilismos, cambios de 'look', rutinas de entrenamiento o mensajes inspiracionales. Una de las anécdotas más simpáticas que ha compartido es a costa de una aplicación para seguir su embarazo. Se la descargó mientras esperaba a Hugo , pero se mantiene activa con la foto del pequeño con 155 semanas, 1087 días. En los últimos tiempos incluso se ha atrevido a pisar un plató de televisión para vivir una experiencia angustiosa: fue durante el concurso de Jesulín en 'El desafío', cuando ella protagonizó un cameo como invitada para superar una prueba de apnea en una piscina, cuyo techo de cristal debía levantar para salir del agua no sin antes abrir la cerradura. «Creo que ha sido la prueba más romántica que he visto en mi vida», comentó Pilar Rubio al ver la emoción de María José al dedicar la victoria a su marido. Pero este jueves, en 'Emparejados', Campanario nos ha dejado más titulares gracias a su nueva personalidad pública, más abierta, locuaz y cercana: «Tenía sospechas desde hacía tiempo (de que estaba embarazada), así que le dije que era el momento de comprar un 'predictor'», «cada día que me ponía un picardías acababa crucificada», «mi máxima es hacer feliz a los que están a mi lado y no hacer daño», entre otros. Y ha reconocido que le ofrecieron «1,2 millones de euros por varios programas, un 'reality' y demás». Lo ha pasado mal: «He estado muchos años escondida en un rinconcito hecha una bolita». Eso se acabó: «Detrás de lo que veis hoy hay años de terapia, autoprotección y autocuidado». Ya no está para que la llamen siesa.