La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) le seguía la pista, en vano, desde el año pasado. Colt Gray, de 14 años, está acusado de asesinar a dos estudiantes de 14 años , Mason Schermerhorn y Christian Angulo, y dos profesores de matemáticas, Richard Aspinwall y Christina Irimie, en un tiroteo en el instituto de Apalachee en Winder (Georgia, EE.UU.). Otras nueve personas han sido hospitalizadas (ocho menores y un maestro) y una veintena resultaron heridas leves. Ha trascendido que, pese a su edad, será juzgado como adulto. Unos agentes del FBI se personaron en su casa hace más de un año , donde se entrevistaron con él y con su padre, después de rastrear unas publicaciones anónimas en redes sociales con amenazas de muerte, insinuaciones de llevar a cabo un tiroteo e imágenes de armas. Él lo negó todo y la Policía no lo detuvo . Su padre reconoció entonces que tenían armas en casa, pero que su hijo no tenía acceso a ellas sin su supervisión. Además, según informa la CNN, el instituto recibió una llamada anónima esa misma mañana , advirtiendo de que allí y en otros cinco centros habría un tiroteo. Pero ni esto ni los protocolos de seguridad impidieron que Gray accediera con un rifle y abriese fuego. Finalmente, ningún otro colegio fue atacado. Una compañera de clase de Gray, Lyela Sayarath, ha afirmado en declaraciones a la CNN que el joven cumplía con el «estereotipo» que se le presupone a este tipo de delincuentes: « Nunca hablaba, era muy callado. La mayoría de las veces no venía a clase , pero incluso cuando venía y hablaba, eran respuestas de una sola palabra o frases cortas». «No podría decirte cómo era su voz o describirte su cara«, reconoce. Gray, cuyos motivos aún se desconocen , eligió un miércoles cualquiera. Según la radio estadounidense WSB-TV, una mujer que vive en el mismo barrio que su familia le vio ir al instituto en autobús, lo cual le extrañó porque solía llevarle su padre en coche. Llegó, estuvo un rato a su aula y a las 9:45 horas salió a mitad de clase. Al volver, rifle en mano, sus compañeros se negaron a abrirle la puerta (cuya apertura sólo puede accionarse desde dentro, por seguridad), pero no pudieron detenerle ni tuvieron tiempo de dar una señal de emergencia: Gray comenzó el tiroteo en pleno pasillo y continuó en el aula contigua . La Policía fue notificada a las 10:20 y, al llegar, Gray se entregó voluntariamente. Ha sido interrogado y está colaborando con las autoridades en la investigación. «Lo recuerdo todo perfectamente: la sangre, los gritos» , afirma Alexsandra Romero, una estudiante de segundo grado de unos 13 años, según informa Atlanta Journal-Constitution. Esta joven explica que alguien entró corriendo en su clase corriendo y urgió a los estudiantes a esconderse: «Recuerdo mis manos temblando. Me encontraba mal. Todo el mundo lloraba e intentaba buscar a sus hermanos ». «Me levanté, empecé a correr y escuché al menos diez tiros», recuerda otro alumno con el que ha hablado CBS News. «Nuestro profesor creó una barricada en la puerta con las mesas», rememora. «Cuando me levanté, uno de mis compañeros estaba en el suelo sangrando» .