"Es un momento clave para el cine regional”, nos dice por teléfono el ayacuchano Rómulo Sulca Ricra (36) antes del estreno de Érase una vez en los Andes, con la que aborda la relación entre una pastora andina y un soldado chileno. Su tío fue el periodista Jaime Ayala Sulca -la investigación sobre su desaparición es parte de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)- y su historia lo acercó al periodismo. Su madre, una líder comunal, falleció durante el Gobierno de Alberto Fujimori. “Jaime murió cuando mi papá era muy pequeño, pero yo crecí con ese recuerdo, había que darle reverencias, por eso estudié Periodismo y terminé en el cine”.
Más allá de la historia del soldado chileno que es encontrado agonizando (se inspira en La guerra de la cruz del sur de Alberto Chavarría Muñoz), ¿has puesto algo de tu historia familiar?
Sí, para darle más sentido de pertenencia abordé el tema de mi madre, ella murió muy joven, analfabeta y quechuahablante, como tantísimas mujeres aquí en el Perú. Murió envenenada en el 92.
¿En qué etapa quedó la investigación?
Hasta el momento no sabemos qué pasó. Hay mucha controversia alrededor de su muerte y espero alguna vez saberlo. Es parte del proceso para los que hemos nacido en Ayacucho, queramos o no, hemos estado ligados con la muerte, la violencia, con las desapariciones, con cosas muy salvajes. Ahora es nuestra posición contar eso, ya no es necesario que solo la gente citadina venga a nuestros pueblos, nosotros podemos contar la historia.
¿Qué recuerdas de ello?
¡Uf! Cuando era niño llegaban los militares al pueblo y seleccionaban a los campesinos, los ponían de carne de cañón, incluido a mi padre. A esa edad, teniendo 4 o 5 años, sabías que tu padre iba a esa guerra y posiblemente no iba a volver, tenías que despedirte. Los terrucos llegaban de noche y de día llegaban los militares, quienes conversaban con los terrucos era asesinados por los militares y viceversa. Era una barbarie. Carne de cañón siempre ha sido el indígena, el que menos tiene, como en las marchas contra Boluarte.
Sobre la necesidad de que cada pueblo pueda contar sus historias. ¿Qué pasaría con la nueva ley de cine?
Lo más probable es que la aprueben por insistencia ¿no? Parece que se va a concretar, tienen los votos. Pero al cine regional nadie lo va a parar, ya nadie lo detiene, siempre ha existido- recién a partir del 2006 dan el financiamiento(del Estado)- y es cierto que no ha tenido entrada a la cartelera comercial, pero tenía exhibición itinerante. Vamos a tener que volver a eso si aprueban esa ley censora.
Tito Catacora nos dijo que, al ser ‘Los Indomables’ una película de época, sabía que tendría que cubrir el 50% ¿Fue así en tu caso?
Claro, tuvimos financiamiento de Ibermedia, tenemos el fondo de Latam Cinema, tenemos apoyo de la Escuela de Cine de Cuba en asesorías. Y he tenido que terminar la película con mi AFP. Lo que dice Tito es totalmente cierto porque al cine regional le dan menos. Yo con esta película he salido endeudado en vez de ganar algo(sonríe).
Bueno, con la nueva ley no se retoma el apoyo al cine en lenguas originarias.
Por eso es racista, clasista y totalmente argollera. Ya vamos viendo a quién va dirigida.
¿A lo más comercial? La frase “hazlo con tu plata” es recurrente en redes sociales, pero no cambian los montos de los estímulos sino la distribución.
Sí, por eso la gente que dice “hazlo con tu plata” tiene que recordar que nosotros los cholos, los serranos, indios, también pagamos impuestos y que eso financia el cine, entonces, yo también merezco hacer cine. Prefiero con ese dinero hacer cine que dárselo a un político quien sabe para qué cosa. Las políticas culturales no existen más allá de la fotito y de la fanfarronería política.
¿En qué etapa va tu próxima película (sobre el caso “esterilizaciones forzadas”)?
Tengo el guion, estoy en el proceso de reescritura, lo trabajé en mi maestría en Cuba. Es un proyecto más arriesgado, inicia en Italia y estoy buscando la coproducción. Es más personal por el tema de la violencia política y los derechos humanos. Vamos a ver si podemos conseguir el financiamiento.