Dos meses después del pago del medio aguinaldo, oportunidad en que se desembolsaron salarios récord de billetes que acumularon actualizaciones posteriores al chispazo inflacionario de diciembre más el 50% del SAC, los bancos ya reembolsaron la mayor parte del dinero que pusieron en circulación.
Pero con el agravante de que aún el billete de mayor denominación en circulación es el de $ 10.000 lo que ha hecho estallar los tesoros y "sarcófagos" de las entidades financieras, sobre todo de papeles de mil pesos.
Apenas este lunes, el Banco Central comenzó a recibir el que es ahora, junto con los de $ 500, el billete más repudiados por el público. Los bancos se quejan de que es con cupo y por una cantidad marginal, que no termina de resolverles los grandes costos y dificultades de almacenamiento.
Los banqueros protestan porque todavía tienen pilas de billetes de $ 1000 que guardan a cuenta del Central que les llena el 98% de los tesoros que tienen no sólo en la ciudad de Buenos Aires sino en otras grandes ciudades del país.
Si bien el BCRA ya había empezado a retirar los billetes de $ 100 y de $ 200, desde las entidades califican esta medida apenas como una "aspirina", al igual que haber sacado billetes de $ 10.000, que los ponen en los cajeros pero vuelan, y no vuelven a los bancos, ya que se suelen usar para comprar dólares blue, ya que en muchos casos las cuevas dan mejor cotización si le dan billetes de 10.000 pesos.
"La gente repudia a los billetes de $ 1000, entonces cuando vienen a pagar algo te llenan de esos billetes, razón por la cual nuestro tesoros están rebalsados de $ 1000. Ese excedente el Central lo tiene que retirar y destruir", se quejan.
La respuesta que le dan desde el BCRA es que se necesitan para el cambio. "Es cierto, pero sobra con un tercio de la cantidad de billetes de $ 1000 que tenemos atesorados los bancos a cuenta del Central", responden.
"En los cajeros no nos conviene poner billetes de $ 1000 porque con los de $ 10.000 se puede pagar a mucha más gente, en especial si se trata de un fin de semana. Aparte, los cajeros se deterioran más rápido con los billetes de $ 1000 al ser mayor la cantidad de billetes que pasan y que deben contar", explican.
Por otra parte, si por caja le entregan a sus clientes billetes de $ 1000, luego se los devuelven si se trata de bancos recaudadores, como los grandes comerciales privados, que al final del día tienen más plata de la que empezaron. Distinto es el caso del Nación o Provincia, por ejemplo, que son bancos pagadores porque suelen pagar los salarios estatales.
La premisa es poder darle a la gente billetes de mayor denominación y en mejor estado, pero ahí es donde se tejen las negociaciones con el Central, que al ser la contraparte es quien debe retirar de circulación ese excedente en mal estado.
Si bien hay buen diálogo entre las partes, el BCRA no tiene dónde ponerlos, por eso los bancos en el pasado hasta le han comprado máquinas destructoras de billetes.
Esto viene a cuento de porqué los bancos no están recibiendo los dólares deteriorados, manchados, rotos o con humedad, pese a que el Central se hace cargo de los costos de enviarlos hasta la Reserva Federal de los Estados Unidos. "Si no nos retiran los billetes de $ 1000, no tenemos espacio para guardar los otros billetes", se excusan.
En redes sociales se dio a conocer casos de ahorristas que culpan al banco de no aceptarles billetes estadounidenses de cara chica: "No los aceptamos cuando están en mal estado, porque la circular del Central dice que es optativo hacerlo, no es obligatorio, pero si están en buen estado se los acepta, porque son de curso legal, no importa si sea para una cuenta del blanqueo o para cualquier otra", recalcan.