El joven tenista británico Jack Draper avanzó este miércoles a las semifinales del Abierto de Estados Unidos, donde chocará frente a Jannik Sinner o Daniil Medvedev, en una jornada que vivió la eliminación de la número uno femenina, Iga Swiatek, a manos de la local Jessica Pegula.
Antes del explosivo duelo nocturno entre el italiano y el ruso, Draper puso pie en su primera semifinal de un torneo de Grand Slam arrollando en cuartos al australiano Alex de Miñaur por 6-3, 7-5 y 6-2.
A sus 22 años, Draper es el primer británico entre los cuatro mejores del torneo de Nueva York desde que el recién retirado Andy Murray alzó su único título en 2012.
"Es fantástico. Jugar mi primer partido en la mayor pista del mundo significa mucho para mí", se felicitó el número 25 de la ATP.
Sin dejarse un sólo set en sus primeros cinco partidos, el tenista de Sutton se ha erigido en la principal revelación del último Grand Slam del año y ha aprovechado la temprana eliminación del español Carlos Alcaraz para avanzar a toda velocidad por ese lado del cuadro.
El miércoles se vio también beneficiado por aparentes problemas físicos de De Miñaur, número 10 de la ATP, para asestarle su primera derrota en los cuatro duelos que han jugado.
El británico, que ya tiene garantizado entrar en el top-20 mundial, tendrá como último obstáculo a la final al ganador del choque entre los dos principales favoritos, Sinner y Medvedev.
Grandes especialistas en pistas duras como las de Flushing Meadows, el italiano y el ruso se medían por tercera vez este año después de la victoria de Sinner en la final del Abierto de Australia y la Medvedev en los cuartos de Wimbledon.
El italiano, que hasta ahora no pisó las semifinales del US Open, ha conseguido aislarse de la enorme polémica que rodeó su llegada a Nueva York, cuando se destapó su doble positivo por clostebol de marzo del que fue absuelto por considerarse que fue involuntario.
Los estadounidenses Taylor Fritz y Frances Tiafoe se enfrentarán en la otra semifinal del viernes, lo que garantiza que un jugador local pugnará por primera vez por el trofeo masculino desde Andy Roddick en 2006.
Estados Unidos también tendrá dos semifinalistas femeninas con el inesperado triunfo del miércoles de Jessica Pegula frente a Iga Swiatek, la número uno de la WTA.
Después de seis intentos fallidos, Pegula sacó boleto a sus primeras semifinales de un Grand Slam al batir a la estrella polaca por 6-2 y 6-4.
"Había estado tantas veces aquí (cuartos de final) que no podía perder otra vez", dijo una aliviada Pegula frente a los 20.000 aficionados de la pista central.
"¡Finalmente puedo decir que soy semifinalista! Y hacerlo en esta pista ante la número uno, es una locura", celebró la hija del magnate Terry Pegula, dueño de los Buffalo Bills de la NFL.
Además de Pegula, la también estadounidense Emma Navarro competirá en la otra semifinal frente a la bielorrusa Aryna Sabalenka, todas ellas peleando por el trono que dejó vacante la joya local, Coco Gauff.
Para Swiatek, que mostró una versión inusualmente errática, la derrota es una nueva decepción en un torneo en el que sólo superó los cuartos en la edición de 2022, en la que se proclamó campeona.
La próxima rival de Pegula será la checa Karolina Muchova, que clasificó a sus segundas semifinales seguidas en Flushing Meadows al vencer a la brasileña Beatriz Haddad Maia.
Muchova, que se sobrepuso a varias visitas al baño en el segundo set, ganó por 6-1 y 6-4 a Haddad Maia, que también necesitó de atención médica después de romper a llorar en la pista poco antes del final del partido.
Ante la prensa, la brasileña dijo que pidió ser revisada por unos problemas en el pecho que sintió hacia el final del segundo set.
"Ahora me siento bien", aclaró una serena Haddad Maia. Fue un partido "más emocional de mi lado (...) A veces tenemos cosas dentro y fuera de la cancha que nos molestan. No pude concentrarme".
Haddad Maia, quinta sudamericana en unos cuartos de final del US Open, pugnaba por alcanzar sus segundas semifinales de Grand Slam en un torneo en el que ha vivido grandes altibajos emocionales.
Apoyada por la sonora afición brasileña, la zurda de Sao Paulo salió airosa el lunes de un vibrante duelo ante la ex número uno mundial Caroline Wozniacki y, nada más salir de la pista, supo del fallecimiento del hijo recién nacido de su fisioterapeuta.
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