La Cuarta Transformación que lidera Andrés Manuel López Obrador en México está decidida a dar la batalla cultural. Además de la reforma judicial que ha emprendido -con evidentes signos autoritarios- el gobierno de izquierdas populista ha profundizado dicha batalla a través de la educación. La Secretaría de Educación Pública (SEP) adquirió 4 millones 320 mil libros de la colección Paulo Freire.
¿Quién fue Paulo Freire? Un pedagogo, educador y filósofo marxista brasilero. Son 18 títulos los que ahora se añadirán a las bibliotecas públicas. Entre esas obras se encuentran: Pedagogía del oprimido, Pedagogía de la indignación, El grito manso, Miedo y osadía, Pedagogía de la esperanza y Política y educación, entre otros. Todos ellos de corte marxista.
Lamentablemente se habla poco de esto en los medios y en la opinión pública mexicana. Esto representa un peligro porque resulta una ventaja para MORENA y para su gobierno. En el desentendimiento, la incomprensión y el desinterés, la izquierda aprovecha para «apretar el acelerador» en un asunto que, a simple vista, resulta lejano y poco coyuntural; la educación. Pero, precisamente allí se logra sembrar un árbol difícil de talar. Allí, se logra instaurar el nuevo régimen por décadas. En ese espacio se logra cambiar la cultura y la mentalidad de toda una sociedad.
El mismo AMLO ha afirmado en reiteradas ocasiones que lo más importante -más allá de reformas- es cambiar la mentalidad del pueblo. Adicionalmente, uno de los principales promotores de esta ideologización es Marx Arriaga, quien ha llegado a afirmar que en 20 años aspiran a formar al «nuevo mexicano».
Una alarma se ha encendido y deben ser los distintos actores sociales de México quienes alerten sobre lo que vendrá en México si se deja pasar algo tan significativo para el futuro generacional.