La Caminata afgana, una técnica ancestral de los nómadas afganos, se destaca de otros entrenamientos por su enfoque único en la sincronización de la respiración y el movimiento.
Esta forma de caminar, cada vez más popular, ofrece múltiples beneficios para la salud. Conocé el paso a paso, cómo hacer correctamente la caminata afgana y en qué se diferencia de las demás prácticas físicas.
La caminata afgana sigue un patrón de respiración nasal que se coordina con los pasos de la marcha. Aunque el proceso es simple, puede ser desafiante al principio:
El ritmo ideal varía según cada persona, su condición física y sus metas. Es importante encontrar una cadencia que permita sincronizar efectivamente estos pasos respiratorios con la marcha.
La caminata afgana se diferencia de otros entrenamientos principalmente en su enfoque en la respiración y la reducción del desgaste físico, según el sitio web Mejor con Salud. Originaria de los nómadas afganos, esta técnica busca minimizar la fatiga y aumentar la resistencia durante desplazamientos prolongados.
La caminata afgana se basa en una respiración nasal específica, donde se realizan inhalaciones profundas y exhalaciones prolongadas en un ciclo de ocho pasos.
A diferencia de otros métodos como el rucking, que implica caminar con peso adicional, la caminata afgana, o senderismo meditativo, no necesita equipamiento extra, aunque es importante contar con zapatillas cómodas para largas distancias.