Siempre me ha complacido escribir sobre Sotres, una perla en el corazón de los Picos de Europa, pero en esta ocasión aún más, ya que acaba de ser designado 'Pueblo Ejemplar de Asturias 2024', algo que, siguiendo la tradición, se refrendará muy pronto (el 26 de octubre) con una visita de Sus Majestades los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta doña Sofía. En Sotres las vacas se desplazan con una majestad indescriptible y los paisanos avanzan cansinos de un bar a otro como si no tuvieran interés alguno en llegar. En uno de ellos, Casa Cipriano, conocí a Tomás Fernández López, un sexagenario que es desde hace décadas el Guarda Titular del Refugio Urriellu, toda una institución entre los montañeros. Antes fue concejal y alcalde de Cabrales y tiene muy a gala haber llevado al corazón de los Picos los irrenunciables valores ecológicos de reciclaje y sostenibilidad. Tomás, que no tiene carnet de conducir («¿Para qué, si no salgo de aquí?») y ha subido unas cuantas veces al Naranjo, me aseguró en una ocasión que «por aquí ha pasado gente increíble, desde destacados congresistas norteamericanos que, por cierto, me invitaron a la toma de posesión de Obama , hasta el presidente del Banco de América o el de la Banca Rothschild , pasando por el Embajador de los Estados Unidos o grandes empresarios españoles, cuyos nombres mejor me guardo». A lo que habrá que añadir muy pronto la visita de nuestros Reyes. La charla con Tomás, casado con una brasileña, iba fluyendo mansamente entre tragos de vino y diversos picoteos que iban apareciendo sobre la mesa sin que nadie los pidiera. En esto que aparecieron unos pedazos de Cabrales y nuestra conversación dio un giro hacia esa famosa variedad de queso, tan típica de la zona. Tomás se ofreció entonces a acompañarme a la quesería de Jessica, una chica del pueblo que se casó con un mozo local y entre ambos montaron una quesería de última generación que ya vende más de doce toneladas al año. La mujer se reveló enseguida como una notable empresaria y, a pesar de su juventud, llegó a ostentar el cargo de presidente del Consejo de Denominación de Origen del queso de Cabrales. Conversé con ella en su quesería, un curioso edificio en forma de queso. Me dijo que su marido, testigo mudo de la conversación, es quien se encarga de buscar diariamente por el monte las cincuenta y seis cabras que poseen para ordeñarlas. El trabajo que da la elaboración artesanal de estos quesos es inimaginable para el consumidor que los compra en el supermercado. Aparte de buscar las cabras que pastan sueltas por el monte y ordeñarlas, el queso ha de permanecer cuatro días en la sala de elaboración y, después, otros veinte en la de secado, antes de pasar a la cueva , donde hay que voltearlos semanalmente. ¡Y algunas de esas cuevas están a más de una hora de camino montaña arriba! Sotres, que un día fue un remoto pueblín ganadero, a 1.050 m sobre el nivel del mar, donde no se veía más que algún montañero ocasional, se ha convertido ahora en un centro turístico de primer orden, lleno de bares y alojamientos rurales a lo largo de sus calles empinadas y sorprendentemente cuidadas y floridas. Mientras charlaba con Tomás en la agradable terraza de Casa Cipriano, pasó ante nuestros ojos una larga fila de caballistas en poderosas monturas, como centauros surgidos de la niebla. Era una partida de colombianos que hacían una ruta a caballo por el corazón de los Picos . Creo que esto ya deja bien clara la importancia actual de Sotres como destino turístico de montaña y a nadie puede extrañar que haya sido designado como Pueblo Ejemplar de Asturias.