Florencia Urbina, Deirdre Hyde y Paola Pignani son tres artistas plásticas de profundas raíces costarricenses que expondrán más de 50 obras en tres ciudades italianas en La Toscana, Ferrara y Roma, de setiembre a noviembre próximo, apoyadas por el sello Esencial Costa Rica.
Pero antes de partir al Viejo Continente, ellas expusieron gran parte de sus piezas, elaboradas en los últimos dos años, durante el mes de julio en la galería de la Escuela Municipal de Artes Integradas (EMAI) de Santa Ana, bajo el nombre “Trip/tica”, combinación de palabras que describen justo lo que están haciendo, viajar para mostrar la cosmovisión costarricense, vista por tres artistas plásticas locales.
Aunque Paola es italiana de nacimiento y Deirdre inglesa, ambas llevan viviendo y creando toda su vida en nuestro país, así son tan costarricenses como Florencia.
Las tres son conscientes de que este pequeño territorio es poseedor de una energía telúrica de gran dimensión que toca los temas ecológicos y de paz, que impregnan, de una u otra forma el estilo de cada una, renovado por el contacto local y con otras culturas que conviven en esta nación.
Por tanto, el tema de Trip/tica es lo telúrico y atrapa y seduce su fuerza creativa con visiones muy particulares, a través de 31 obras elaboradas en técnicas mixtas, carbón, acrílico, pastel, collage y óleo combinado, telas, aplicaciones y bordados, así como 50 grabados de diferentes técnicas que se venden al público.
Paola, Florencia y Deirdre se juntaron para exponer sobre todo a nivel internacional pero siempre conscientes de que debían exponer primero su obra en el país, porque “es importante para nosotras compartir esto ya que aquí es donde vivimos, creamos y nos inspiramos, y le debemos al país exhibir aquí”, reconoce Florencia Urbina.
Lograr que su exposición fuera reconocida como marca país por el sello Esencia Costa Rica, les ha dado un empuje extra para llevar Trip/tica no solo a Italia sino a otros países.
La gira italiana en la que mostrarán más de 40 obras, empezará el 24 de setiembre en La Toscana, en Radicondoli en un festival internacional, y en Roma. La exhibición en Radicondoli, que queda a hora y media de Venecia, forma parte del circuito de exposiciones satélite que se han preparado para celebrar los 60 años de la Bienal de Venecia.
En Roma, la muestra se realizará en el Instituto Italo Latinoamericano (IILA) que tiene un papel muy importante en la curaduría de la Bienal de Venecia y que es el contacto con los artistas latinoamericanos.
Todas las obras de Paola, Florencia y Deirdre fueron gestadas desde 2022 y pensadas para esta exposición conjunta donde las tres han trabajado de manera individual y colectiva simultáneamente, siempre centradas en su propia temática, en su propio estilo, pero haciéndose sugerencias y retroalimentándose mutuamente.
Sin embargo, cada una en su estilo, coincidieron armónicamente para ofrecer la propuesta de trípticos que, juntos, muestran una armonía y una sincronicidad maravillosa.
“Ya teníamos todo casi listo, con mucha antelación, como deben ser estos procesos y en un momento dado, al estar preparando el montaje en la sala de la EMAI, se nos ocurrió que sería estimulante y novedoso, hacer trípticos de nuestras obras y plantear una solución diferente a las exposiciones colectivas”, cuenta Florencia.
“Así, desacralizamos la exposición colectiva y planteamos hacer una sola obra a partir de la de cada una. Es un ejercicio que nos lleva a deshacer el ego y propone un trabajo colaborativo artístico poco habitual entre el gremio de las artes plásticas”, añade.
“Es una falacia que tres artistas no podamos trabajar bien juntas y lo lindo es que tres personas con intereses y técnicas pictóricas bien distintas, puedan juntar de manera armónica sus obras y estar muy satisfechas con los resultados”, admite Deirdre. Y tan satisfechas están que armaron 4 trípticos impresionantes.
“Ha sido un placer haber hecho esto, porque es muy rico ver esa combinación y la inspiración porque cada una inspira a la otra. Hay un hilo conductor en los colores, en las formas y en las temáticas”, agrega Paola.
“Estamos exportando nuestra visión plástica de lo que es Costa Rica, de manera individual”, reconoce Florencia.
Paola Pignani Boncilleni es italiana de nacimiento pero con más de 50 años de vivir en Costa Rica y un periodo en Estados Unidos. Inició sus estudios de arte en la Universidad de Costa Rica, donde también fue profesora, así como en la Universidad Autónoma de Centroamérica.
En el periodo que residió en Chicago, Estados Unidos, formó parte del estudio de litografía Anchor Graphics y del Chicago Printmakers Collaborative.
En los últimos años ha participado en diversas exposiciones colectivas en la Universidad de Costa Rica, la Galería Nacional, AG Galería y 754 by Artespacio.
La obra de Paola sobresale por su brillante manejo del figurativismo y su visión de la mujer inmersa en la tierra, trabajado en pastel, técnica mixta, crayón y dibujo. Su visión es la fuerza femenina que impregna la tierra, viendo el mundo desde otros puntos de vista.
“Creemos en el trabajo en equipo aunque el proceso creativo de una obra plástica es un acto individual y solitario, y este es un ejemplo de trabajo colectivo que puede inspirar a otras artistas”, sostiene Paola.
Deirdre Hyde nació en Inglaterra, donde se formó en bellas artes en la Universidad de Reading, pero desde hace 40 años eligió nuestro país para vivir.
Es conocida por sus ilustraciones científicas sobre la biodiversidad de Costa Rica y ha colaborado fuertemente en los esfuerzos de conservación en todo el país y ha sido artista residente en jardines botánicos y parques nacionales no solo aquí sino en Colombia, Estados Unidos, Reino Unidos e Italia.
Pero también tiene obra propia totalmente diferente donde combina el paisaje urbano y elabora unas piezas sobre tela con aplicaciones y bordados con hilo; sin embargo, su sello identitario en esta muestra es su visión única de la flora y fauna local.
Ella se autodenomina una “pintora compulsiva” que investiga a profundidad cada línea de trabajo suyo y es más pintora que ilustradora.
“Somos tres mujeres seguras y con su propia trayectoria que hemos encontrado un espacio creativo colaborativo y armónico que nos apasiona y nos da placer”, Deirdre.
Florencia Urbina estudió arte en cuatro países y tres continentes, Costa Rica, Estados Unidos, Indonesia y China. También es emprendedora y pedagoga de las artes plásticas.
Ella fue directora del Museo de Arte Costarricense y en su administración se abrió la Casa del Cuño y La Aduana para exposiciones de artes plásticas.
Luego de una crisis de salud, se propuso autocurarse a través de un costarriqueño muy kitsch, lleno de escarcha, muy identitario y “polo” porque su estudio está en el centro de Barrio Amón. Por eso se inspiró en las calles josefinas, el Mercado Central, las tiendas multicolores y toda esa amalgama de cosas yuxtapuestas sin sentido que saturan la vista.
Su obra se identifica por esa influencia kitsch a través de collages y aplicaciones que reflejan la globalidad que nos impacta ahora. Además, es reconocida por sus colores fuertes y potentes.
“Todo después de saltar los obstáculos encontrados en otros grupos donde una suele aguantar, hasta que se dice ‘basta’ y aquí cada una se apoya a la otra”, Florencia.
