Pedro Sánchez ha comparecido esta mañana desde la sede del Instituto Cervantes en Madrid para dar el pistoletazo de salida al curso político y fijar las prioridades de su acción de Gobierno para los próximos meses. Pese a que desde el entorno del presidente se anticipaba un discurso "en positivo", el arranque del mismo ha estado orientado a atacar la gestión de los gobiernos autonómicos del PP, con especial hincapié en la gestión de Isabel Díaz Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid.
La línea argumental y defensiva del presidente es que "las autonomías gobernadas por la derecha no han dedicado los recursos transferidos por el Estado a los ciudadanos, sino a aumentar los contratos de unas pocas empresas y a financiar sus regalos fiscales a los más ricos". "Así no se defiende la igualdad entre españoles", ha clamado Sánchez, utilizando la principal crítica al concierto económico con Cataluña como una suerte de bumerán.
En plena rebelión territorial por el trato diferencial pactado con ERC, el Gobierno presume de haber inyectado -en estos seis años de mandato- 935 mil millones de euros a las autonomías, un 32% más que la administración de Mariano Rajoy, y que si esto no ha tenido un reflejo en la mejora de las condiciones de vida de los españoles deben pedir cuentas a sus presidentes autonómicos. Sin referirse explícitamente a la controversia por el cupo catalán, Sánchez se ha comprometido en el corto plazo a impulsar un nuevo sistema de financiación que recoja las "singularidades" de las distintas autonomías.
De este modo, el Ejecutivo busca desactivar la polémica y meter presión a las regiones del PP que verían colmadas algunas de sus exigencias en clave financiera. "Vamos a impulsar la creación de un sistema de financiación autonómico más justo, que atienda a las singularidades y exija la corresponsabilidad de los gobiernos autonómicos. La descentralización es perfectamente compatible con la solidaridad y la equidad, y también con garantizar la suficiencia de recursos", ha asegurado. En este sentido, el presidente ha avanzado que se impulsará una nueva fórmula por la que "todas las autonomías recibirán más recursos que los que recibieron con el PP". Para ello, se "duplicarán" los recursos del Fondo de Compensación Interterritorial.
Sánchez también se ha comprometido a seguir garantizando "un modelo de justicia social que vele por la igualdad real y proteja el Estado del bienestar" y, en este sentido, ha avanzado la decisión de recuperar los trabajos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Así, ha anunciado que el próximo Consejo de Ministros aprobará de nuevo el techo de gasto, para su remisión al Parlamento en las próximas fechas. El pasado mes de julio, Junts dio al traste con este trámite y tumbó la senda de estabilidad, obligando al Ejecutivo a empezar de nuevo.
Pese a que el Gobierno traslade esta vocación, en Moncloa son plenamente conscientes de las dificultades a las que se van a enfrentar para la aprobación de las cuentas públicas. De hecho, se trabaja ya con la hipótesis de una prórroga. Pese a esta incertidumbre, Sánchez ha asegurado que "queda legislatura para rato" y ha augurado un horizonte de tres años, despejado de procesos electorales.