El Gobierno niega cualquier injerencia del Ejecutivo marroquí en la oleada de inmigrantes que han llegado a las costas de Canarias y a Ceuta y Melilla este verano. Más de 12.000 personas en situación irregular han arribado a la frontera española entre julio y agosto. Moncloa niega que estos números respondan a una falta de control por parte de Marruecos en la frontera con España por dos motivos: el primero, la buena relación entre los dos países y la ausencia de choques diplomáticos, a diferencia de la crisis de 2021. El segundo, que la mayoría de las personas migrantes no han cruzado la frontera a través de Ceuta y Melilla, colindantes con Marruecos, sino que lo han hecho embarcándose en cayucos que se dirigen a las Islas Canarias.
El Ejecutivo resalta que las relaciones diplomáticas con Marruecos gozan de buena salud tras la crisis de 2021. El Gobierno prestó atención sanitaria a Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario —que se opone a que el país marroquí se anexione el Sáhara Occidental— tras llegar a España enfermo por la covid-19. El Ministerio de Exteriores, entonces liderado por Arantxa González Laya, decidió tratar a Ghali alegando que tenía pasaporte español y no podía oponerse. Este gesto desató el enfado de las autoridades marroquíes y apenas tres semanas después 8.000 inmigrantes saltaron de valla a través de la frontera sur.
Ahora el Gobierno resalta que no se ha repetido un episodio semejante que dispare la tensión entre ambos países. Desde el Ejecutivo recalcan que las diferencias con Marruecos se solventaron en 2022 y cierran la puerta a que las autoridades del país vecino hayan facilitado cualquier presión migratoria.
Las relaciones diplomáticas se restablecieron tras la misiva del presidente Sánchez al rey Mohamed VI. En el escrito, el líder socialista reconocía la anexión del Sáhara Occidental al territorio marroquí como la propuesta más "seria", “creíble” y "realista". En contra del referéndum exigido históricamente por el PSOE para que el pueblo saharaui decida su futuro. Este giro de guion calmó las aguas y solventó el enfado de Marruecos.
El Gobierno descarta cualquier responsabilidad de Marruecos porque, además, una parte importante de los inmigrantes no han cruzado la frontera terrestre, sino marítima. Canarias ha acogido a casi la mitad de los 12.000 inmigrantes que han llegado a España.
Solo en la última quincena de agosto, han arribado más de 3.000 personas a las islas. Una situación muy distinta de lo que sucedió en 2021, cuando las 8.000 personas inmigrantes que entraron irregularmente en España lo hicieron por la frontera sur.
Sin embargo, sí hubo un viaje oficial polémico que recogieron algunos medios marroquíes. La ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó a los soldados españoles destinados en los peñones el norte de África: Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas, de soberanía española. Robles se desplazó el pasado 28 de agosto a los tres territorios que Marruecos considera suyos y que han sido reclamados tradicionalmente por las autoridades marroquíes.
Pero el Ejecutivo descarta que la ola migratoria tenga relación con dicho viaje, dado que se produjo la semana pasada y la llegada de cayucos ha sido constante desde julio.
Algunos medios del país vecino recogieron la visita de Robles a los "islas ocupadas", como las denominan en los digitales marroquíes.
