La Policía Nacional ha llevado a cabo este martes un nuevo operativo de desalojo en el edificio situado en el número dos de la calle Caixers , en Valencia, convertido desde hace años en uno de los máximos exponentes del movimiento okupa de la ciudad . Hasta el momento, los propietarios solo habían recuperado uno de los ocho pisos del edificio. Sin embargo, esta mañana la Policía Nacional ha logrado desalojar dos viviendas más, las puertas número uno y seis. El primer desahucio, el de la puerta uno, en la que vivía una madre junto a su hijo de 17 años, estaba previsto a las 9.15 horas y se ha llevado a cabo a las 10.00 horas después de la llegada de la comitiva judicial que, tras negociar sin éxito con la inquilina, le han dejado media hora para recoger todas sus pertenencias. En cuanto a la puerta número seis, este era el segundo intento de desalojo por parte de la policía. Los cuatro jóvenes que residían en el piso, que aseguran que están en situación de vulnerabilidad, ya no lo estaban habitando por lo que el desahucio previsto a las 9.00 horas se ha conseguido llevar a cabo. La estrategia del fondo de inversiones Good Capital S.L., propietario del bloque, ha sido desalojar el edificio progresivamente, vivienda por vivienda. Sin embargo, los okupas habían logrado obtener prórrogas judiciales que les permitieron seguir residiendo en algunas de las viviendas, argumentando su situación de vulnerabilidad. A pesar de los desalojos, el colectivo de Caixers sostiene que las protestas sociales han frenado los planes de convertir el edificio en apartamentos turísticos de lujo, que es el objetivo del fondo de inversiones. Actualmente, la planta baja del edificio alberga un centro social que ofrece diversas actividades abiertas al público. Con los dos nuevos desalojos, el edificio de Caixers 2 sigue teniendo cinco viviendas ocupadas. El futuro de estas viviendas está en manos de los próximos enfrentamientos legales entre los okupas y los propietarios.