El sacerdote Jesús Planillo Bartos fue centro de la polémica durante el día grande de las fiestas de Cascante, en Navarra, tras el sermón un sermón en el que señalaba el aumento de la inmigración y en el que se preguntaba por qué «los de fuera» tienen ayudas y los «nacionales» no. La misa, celebrada el pasado domingo en la Basílica del Romero, estaba siendo televisada a través de Navarra TV. Sin embargo, el acto se vio interrumpido por el murmullo de los allí presentes, que se quejaron de las palabras de Planillo. En su discurso, el sacerdote también señaló haber visitado parroquias de Andalucía los últimos días y explicaba que había vuelto a Cascante «con pena»: «En un pueblo de 15.000 habitantes, que tiene tres colegios y un instituto..., y un 40% de población musulmana, y no tengo nada contra los musulmanes ..., resulta que ahora son 40 las personas que van a misa el domingo cuando antes se llenaba la iglesia. Es lamentable, ¿verdad?», expresó. Las palabras del sacerdote provocaron el runrún de los fieles presentes en la eucaristía e incluso el párroco de Cascante, Francisco Javier Aramendia, tuvo que levantarse de su asiento y dirigirse en privado a Planillo, que pidió perdón a los congregados en hasta tres ocasiones tras sus palabras. «No me avergüenzo de decir unos detalles, que no son por ofender , sino simplemente por enseñar las disposiciones que Dios no enseña para curarnos el corazón», continuó en su discurso en la misa. «Familias enteras se van de los barrios porque realmente no pueden vivir. ¿Y por qué? Porque los poderes públicos dan toda clase de facilidades a los inmigrantes, que me parece bien, pero ¿y a los nacionales? », expuso en la audiencia. En la ceremonia, además de feligreses, había representación institucinal por parte de la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, y el secretario de la organización del PSN, Ramón Alzorriz. También había otros políticos como Alberto Catalán y Javier Esparza (UPN), entre otros.
