Seguramente la idea no es nueva o puede ser considerada un disparate, y hasta inconveniente para algunos equipos y hasta para el presidente de LaLiga. Pero en estos tiempos de la inteligencia artificial, en los que hay coches que no necesitan conductores y aparatos que te cambian el canal de televisión o buscan una canción solo con oír tu voz por qué no eliminar a los árbitros y al
VAR del fútbol. Probablemente conseguiríamos que este deporte fuera más decente. Que los auténticos actores desarrollaran un papel más honesto. Que dejaran de fingir al primer contacto con un rival, que dejaran de revolcarse en el césped como si acabaran de recibir el impacto de una bala y urgiera una ambulancia, para al instante de conseguir el cometido de engañar al colegiado ponerse de pie como si nada hubiera pasado.
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