Tras las elecciones en México del pasado 2 de junio el peso mexicano comenzó un camino hacia la baja que lo convirtió en una de las divisas más depreciadas del año, pero no porque Claudia Sheinbaum ganara la Presidencia, sino porque Morena alcanzará la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y está a poco de obtenerla en el Senado.
Esta situación, así como el aumento de tasas de interés en Japón que derivaron en una caída de las bolsas a inicios de agosto, y los comentarios de Donald Trump respecto a la imposición de aranceles a los autos fabricados en México son algunos de los factores que han afectado al nivel del peso respecto al dólar, y lo peor no ha pasado.
Con la instalación del Congreso este domingo 1 de septiembre se confirmó la mayoría calificada de Morena en la Cámara de Diputados y que están a un senador de tener la mayoría en la Cámara Alta, lo que acerca al oficialismo a la posibilidad de modificar la Constitución sin necesidad de negociar con la oposición.
Esta situación permitiría la aprobación de la reforma al Poder Judicial, así como la desaparición de organismos autónomos. Ambas propuestas han preocupado a socios comerciales de Estados Unidos y Canadá, países con los que en 2026 se negociará el T-MEC, que será fundamental para el desarrollo económico del país.
En ese sentido, el peso mexicano podría continuar ‘en picada’ mientras se acerca nuevamente al techo de los 20 pesos, uno de sus peores niveles en años.
Enrique Quintana, vicepresidente y director editorial de El Financiero, explicó algunos de los factores que definirán si el peso mexicano vuelve a ser el ‘superpeso’ que fue hace meses o si llega a peores niveles de cara a fin de año y el inicio de gobierno de Claudia Sheinbaum.
El primer factor es cómo los mercados y gobiernos tomen las reformas una vez que se aprueben. Enrique Quintana apuntó que las posibilidades de que la reforma al Poder Judicial se apruebe es algo que ha depreciado al peso, y una vez que se materialice posiblemente la moneda mexicana volverá a caer.
Otro evento será el martes 1 de octubre, con el primer discurso de Claudia Sheinbaum como presidenta de México. En su mensaje, los inversionistas estarán atentos a los signos de confianza y desconfianza que se generen, lo que podría restar incertidumbre al rubro.
El 5 de noviembre será crucial para la moneda mexicana, ya que se celebran las elecciones en Estados Unidos. En caso de que gane Donald Trump y cumpla con sus promesas de campaña, el dólar podría subir de precio y el peso debilitarse ante la promesa de aranceles y la imposición de condiciones a México para el cierre de la frontera. En caso de que gane Kamala Harris, “quizá permitiría una mayor serenidad”, según dijo Quintana.
Finalmente, el paquete económico, que se mandará el próximo 15 de noviembre, podría afectar al peso mexicano si se cumple el pronóstico de que la 4T planea reducir el déficit fiscal de 5.9 a 3 por ciento.
“El reto es que el proyecto económico que se vaya a plantear resulte creíble y convincente”, explica Quintana. De lo contrario, el peso podría sufrir las consecuencias e incrementar el precio del dólar.