En Estados Unidos, la mayor lotería de la historia ha desatado una batalla legal que ha capturado la atención de todo el país. Se trata de un caso que involucra una fortuna extraordinaria, acusaciones de robo y fraude. Edwin Castro, el hombre que fue públicamente anunciado como el ganador del colosal premio de la Powerball, ahora enfrenta una demanda de José Rivera, un inmigrante latino que asegura ser el verdadero propietario del boleto ganador.
El conflicto legal se centra en un premio de más de US$ 2000 millones, una suma que ha transformado a Castro en un magnate de bienes raíces en el territorio estadounidense. Sin embargo, Rivera sostiene que el boleto le fue robado antes de que pudiera reclamarlo, y que él debería ser el legítimo ganador.
En noviembre de 2022, Edwin Castro fue proclamado como el ganador del premio mayor de la Powerball, la mayor lotería en la historia de Estados Unidos. Con un valor de más de US$ 2000 millones, este premio cambió por completo la vida de Castro, quien antes de este golpe de suerte era un estudiante de arquitectura en la Woodbury University de Los Ángeles. También trabajaba en un taller de autos para mantenerse mientras cursaba sus estudios.
Después de recibir el premio, Castro no tardó en invertir su fortuna en bienes raíces y vehículos de lujo, y se consolidó rápidamente como un nuevo millonario en Estados Unidos. Sin embargo, su nueva vida de opulencia se vio ensombrecida cuando José Rivera apareció y afirmó ser el verdadero ganador de la mayor lotería en la historia del país.
Rivera asegura que el boleto ganador le fue robado antes de que pudiera reclamarlo. Aunque existen imágenes de seguridad que muestran a Castro comprando el boleto en el Centro de Servicio Joe’s en Altadena, Rivera insiste en que el boleto le pertenecía. Este giro inesperado ha llevado el caso a los tribunales, donde ambas partes se enfrentan en un juicio que podría tener repercusiones significativas.
A principios de este año, José Rivera presentó una demanda legal contra Edwin Castro, dando inicio a un proceso judicial que ha capturado la atención de la opinión pública en Estados Unidos. Rivera compareció ante el tribunal de Pasadena en febrero, donde ocurrió un incidente que complicó aún más su caso. Durante la audiencia, Rivera despidió a su abogado en un momento de frustración, lo que llevó a la jueza a suspender temporalmente el proceso.
La jueza, preocupada por el comportamiento errático de Rivera, ordenó que se sometiera a una evaluación de salud mental antes de que el caso pudiera continuar. Esta decisión ha retrasado el avance del juicio, que ahora está pendiente de una nueva audiencia en un tribunal diferente. Mientras tanto, Edwin Castro sigue disfrutando de su fortuna, aunque las acusaciones de Rivera siguen en pie.