El lunes 2 de septiembre se celebra en Estados Unidos el Día del Trabajo, en plena campaña para las próximas elecciones presidenciales. Muchos trabajadores se movilizan, sobre todo en Michigan, estado situado en el cinturón del óxido. En la ciudad de Detroit, cuna de la industria automovilística, el voto de estos trabajadores es crucial para las elecciones, ya que podría inclinar este bastión demócrata hacia el bando republicano.
En las marchas de las manifestaciones organizadas en Detroit con motivo del Día del Trabajo, las reivindicaciones giran en torno a las promesas hechas por los tres gigantes de la industria automovilística durante las huelgas de 2023. En aquel momento, el tira y afloja entre los sindicatos y los tres grandes de la industria automovilística (Ford, General Motors y Chrysler) se saldó con conquistas para los trabajadores, entre ellas aumentos salariales del 23%.
Hoy, sin embargo, algunos de los grandes grupos están dando marcha atrás y algunas plantas que debían reabrir siguen cerradas. Peor aún, Stellantis -que compró Chrysler- anunció que va a despedir a 2 mil 500 personas en su planta de Detroit debido a la caída de las ventas de vehículos en Estados Unidos.
Este anuncio encendió los ánimos y nuevas amenazas de huelga se ciernen sobre este estado tradicionalmente demócrata, que podría decantarse por el bando republicano en las próximas elecciones. Este estado ya dio la sorpresa en 2016 al elegir a Donald Trump con una ventaja de apenas 10 mil votos. Joe Biden devolvió luego a Michigan al redil demócrata en 2020, pero este año sigue siendo la gran incógnita.
Muchos votantes dicen estar aún indecisos. “No sé si seguiré teniendo trabajo el próximo octubre y, sinceramente, no sé a quién voy a votar”, suspira Andrea, de 37 años, trabajadora de Stellantis.
“En 2016 voté a Hillary Clinton contra Donald Trump, pero perdió”, continúa. “Para mí, ahora no hay un candidato mejor. Hay quien dice que deberíamos ir por el menos malo de los dos, pero no puedo decir qué cosas buenas hizo Biden durante su mandato. Puede que él no sea el responsable de la inflación, que vino después del covid, pero alguien tiene que responsabilizarse de ella. Me gasto 200 dólares en la compra y tengo en la cesta la mitad que hace un año. Si no tengo trabajo, tendré que seguir pagando las facturas”.
Cabe mencionar que desde las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, los precios de los alimentos han subido casi un 25%.
Según la última encuesta de la prensa local, Donald Trump aventaja en un 1% a Kamala Harris en intención de voto en Michigan. Aunque la candidata demócrata ha conseguido recortar distancias, puede que no sea suficiente para ganar el voto obrero y los 17 grandes electores en este estado clave.