Lula da Silva y Elon Musk se enfrentan por el bloque de X.com en Brasil
La plataforma social X, antes conocida como Twitter, fue formalmente bloqueada en Brasil tras una contienda legal y mediática que involucra a su propietario, Elon Musk, y la Corte Suprema del país sudamericano. Esta medida surge luego de que el tribunal alegara el incumplimiento de órdenes judiciales orientadas a frenar la difusión de noticias falsas y mensajes de odio. En respuesta, Musk criticó abiertamente la decisión y al juez responsable.
El conflicto inició en el marco de una investigación legal sobre “milicias digitales” en Brasil, sectores acusados de socavar la democracia mediante la desinformación. La Corte Suprema, liderada por el juez Alexandre de Moraes, ordenó a la plataforma eliminar perfiles vinculados a la extrema derecha, presuntamente asociados con conspiraciones golpistas en favor del exmandatario Jair Bolsonaro. La negativa de Musk a acatar estas órdenes derivó en su inclusión en la investigación bajo cargos de obstrucción a la justicia e incitación al crimen.
Alexandre de Moraes, figura clave en esta controversia, es un experimentado magistrado con trayectoria como fiscal y exministro de Justicia. Su férrea oposición a los discursos de odio y acciones antidemocráticas en la esfera digital le ha granjeado tanto aliados como detractores políticos. De hecho, su postura ha generado antagonismo con sectores bolsonaristas, quienes han intentado, sin éxito, destituirlo.
La tensión escaló en agosto cuando X decidió cerrar su oficina en Brasil, citando riesgos legales para sus empleados. Posteriormente, Moraes ordenó embargar fondos de Starlink, empresa de propiedad de Musk, como medida para asegurar el pago de multas impuestas. En otro movimiento decisivo, el 28 de agosto, se concedió un plazo de 24 horas a Musk para designar un representante legal en Brasil bajo amenaza de suspender la red social, ultimátum que culminó con el bloqueo.
La reacción de Musk ha sido contundente y desafiante. Tras la notificación del bloqueo, emitida a través de X, el empresario emprendió una serie de publicaciones incendiarias, calificando al juez de “dictador” y denunciando una supuesta intención de censura. Su respuesta provocó reacciones del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien defendió la soberanía legal brasileña y cuestionó la conducta del magnate: “¿Quién se cree que es?” expresó, exigiendo respeto por las leyes locales.
Las repercusiones del bloqueo en Brasil han polarizado a la población. Mientras algunos lamentan la pérdida de una valiosa herramienta informativa, otros saludan la medida como un freno necesario a la desinformación. Este episodio reaviva el debate global sobre los límites de la libertad de expresión en plataformas digitales cuando se enfrenta a la propagación de información peligrosamente engañosa.
La tensión aumenta en Brasil tras la decisión de la empresa de Elon Musk, Starlink, de no acatar el bloqueo de la red social X ordenado por el Tribunal Supremo. Regulatorios advierten sobre posibles sanciones mientras la posición de Starlink desafía la autoridad judicial en un contexto lleno de repercusiones.
Carlos Baigorri, presidente de Anatel, confirmó a través de declaraciones emitidas en Globo TV que Starlink condiciona el cumplimiento de la orden judicial al desbloqueo de sus cuentas económicas, actualmente congeladas por el mismo tribunal. “Recibimos información de que Starlink no bloquearía el acceso a la plataforma X”, expresó Baigorri, destacando una comunicación constante con los representantes legales de Starlink.
El argumento de Starlink se centra en su relación económica integral con la red social X, insistiendo en que ambos operan como un grupo económico consolidado. Esta postura ha sido clave en los recientes enfrentamientos con la justicia brasileña.
