La transformación en Lucena del conjunto monumental de los alfolíes ducales del Coso y el palacete barroco de la calle Condesa Carmen Pizarro en una instalación hotelera deberá pasar necesariamente por una modificación del PGOU que facilite un cambio de uso. Ambos inmuebles municipales gozan de la máxima protección urbanística y el plan general señala para los mismos un uso social-cultural y público, lo que, según el edil de Régimen Interior, Francis Aguilar , bloquea, por ahora, la posibilidad de que salga adelante la 'iniciativa privada' anunciada a primeros de año por una empresa del sector turístico para convertir ambos edificios históricos en un hotel-boutique. Según la edil de Urbanismo, Charo Valverde , las consultas jurídicas indican que no habría impedimento legal para promover una modificación del PGOU que permita otros usos, como se ha hecho para facilitar la cesión del edificio del Centro de Formación en Energías Renovables a Amara. Aprobado el cambio, el Ayuntamiento sí estaría en disposición de atender «una iniciativa privada», como se ha hecho para la construcción del aparcamiento de la Huerta del Carmen, que permitiría a la empresa adjudicataria proceder al acondicionamiento y rehabilitación de los inmuebles y su explotación como hotel durante un periodo determinado de años. Aguilar reiteró que «aunque la iniciativa no se ha presentado físicamente debido a estos inconvenientes, la empresa sigue estando muy interesada en este proyecto ». De hecho, personal de la cadena hotelera incluso ha girado una visita a las instalaciones. Según el edil popular, la intención del equipo de gobierno es «que en este mandato lo pudiéramos dejar encauzado, para que, finalmente, estos inmuebles puedan ponerse en valor sin coste para las arcas municipales ». Entre tanto, el Ayuntamiento de Lucena se limitará a desarrollar «actuaciones preventivas» para que ambos edificios no sufran deterioro , no estando previstas inversiones destacadas en los mismos. La creación de un nuevo hotel vendría a cubrir parcialmente el paulatino descenso de la oferta de alojamiento de la ciudad, tras la desaparición del hotel Prestige –hoy hospital– y del hotel Baltanás, compensados, en parte, por el creciente número de apartamentos de uso turístico. El posible uso hotelero de estos edificios ya fue tanteado por el anterior equipo de gobierno sin éxito, optando en el tramo final del mandato corporativo por encargar la redacción de un estudio básico y de ejecución sobre la idoneidad para albergar la Escuela Municipal de Música y Danza y para conocer el coste de la intervención. El PP, ahora en el poder, se mostró entonces contrario a esa decisión, incorporando en su programa electoral un uso museístico para estos inmuebles históricos.