La muerte de Juan Manuel Romero, el instructor de vuelo que el pasado 31 de agosto perdió la vida tras estrellarse la avioneta en la que volaba con una alumna (que resultó herida) , ha dejado «un gran vacío» en el aeropuerto de Córdoba, donde trabajabaja desde 2017 como coordinador de Programación y Operaciones . Juanma, a quien sus amigos lo definían como « prudente hasta el extremo, metódico, un instructor de primera categoría y de una educación exquisita», estuvo trabajando -antes de llegar al aeródromo cordobés- en el Instituto de Aprendizaje de Aena (IADA), donde ejerció como formador de empleados destinados a ocupaciones muy vinculadas, precisamente, con las que él mismo tendría en el aeropuerto. De 59 años de edad, era un apasionado de la aviación, ya no sólo desde el punto de vista de la gestión aeroportuaria, sino también (y sobre todo) como piloto. «Acumulaba horas de vuelo siempre que le era posible y hablaba con verdadero entusiasmo de sus experiencias en el aire. Ese fuerte nexo con el mundo aeronáutico explica que participase en el equipo que dio forma a lo que después sería UCO Aviación », explican desde Aena. Juanma era un enamorado de Córdoba que sentía como suyo el aeropuerto. «Siempre te recibía con una sonrisa; era servicial y muy meticuloso en su trabajo. Su pérdida es irreparable», apuntan sus compañeros. Se volcó de lleno en que el largo camino hasta la consecución de los vuelos comerciales llegara a buen fin, sin escatimar esfuerzos. «El vuelo con Praga , en el puente de diciembre de 2023, y la inauguración de las dos rutas de Air Nostrum , en julio de este año, las vivió feliz. Era un torbellino moviéndose entre el edificio terminal y la plataforma de estacionamiento de aeronaves», recuerdan quienes trabajaron con Romero codo con codo. El dibujo al carboncillo y la fotografía también estaban entre sus aficiones; ésta última en comunión con su hijo, quien a veces ayudaba a hacer el seguimiento en imágenes de los simulacros de emergencia aeronáutica que su padre coordinaba en el aeropuerto para mantener actualizado el plan de autoprotección. Entre los dibujos que Juanma hizo, destaca el que regaló a la anterior directora del aeropuerto, Sonia Martín , en su despedida, donde recreaba la llegada del vuelo con Praga. «Sonia, al igual que Amelia Quintero (la directora actual, para quien ha sido un pilar esencial a la hora de sacar adelante el arduo trabajo de estos meses) y el resto de sus compañeros lloran el trágico suceso», señalan desde Aena. Sus compañeros señalan que «ha sido muy difícil empezar este lunes sin ver a Juanma sentado frente a su ordenador, sin sentirlo yendo y viniendo entre el terminal y las oficinas de Aena, sin oír su sonrisa. Descanse en paz ».