Seis personas han muerto y otras 13 han resultado heridas este lunes en un atentado suicida en Kabul, según las cifras proporcionadas por la policía. De momento no ha habido ninguna reivindicación inmediata de la autoría del ataque terrorista, que tuvo lugar en la zona de Qala-e-Bakhtiar, en la periferia sur de la capital de Afganistán.
El portavoz de la policía de Kabul, Jalid Zadran, detalló que «una persona que llevaba explosivos en el cuerpo detonó», y que entre las víctimas mortales había una mujer. «Los heridos fueron trasladados a los hospitales a tiempo y las investigaciones están en curso», informó a través de la red social X.
Los talibán sostienen que la seguridad es su máxima prioridad desde que volvieron al poder tras la caótica retirada de las fuerzas extranjeras hace tres años. Aunque, según los analistas, sus amplias operaciones de seguridad han provocado un descenso del número de militantes que desafían su gobierno, también restan importancia o retrasan la confirmación de los atentados.
En este sentido, el último ataque terrorista suicida en Afganistán reivindicado por la sección regional de Dáesh, el Estado Islámico del Gran Jorasán, tuvo lugar en marzo en la ciudad meridional de Kandahar, bastión histórico del movimiento talibán. Las autoridades fundamentalistas aseguraron que solo murieron tres personas, pero una fuente hospitalaria cifró en 20 el número de víctimas.
El portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, declaró en agosto a la agencia France-Press que el Estado Islámico «ya existía aquí antes, pero lo reprimimos muy duramente». «Aquí no existen grupos de este tipo que puedan suponer una amenaza para nadie», zanjó.