Por la calle Escritora María Teresa León, un ancho bulevar a pocos metros del hospital Quirónsalud Córdoba y a no mucha distancia del Reina Sofía, la mañana llega fresca y ha querido sumarse al cambio de aires, como si septiembre fuese algo más que una convención del calendario. Es el día 2, el primer laborable del noveno mes y para muchos han terminado las vacaciones . A la sombra acogedora de una mañana que no agobia salen de las calles cercanas y de los portales cortejos de niños pequeños acompañados por padres, madres o ambos en busca de personas que los recibirán con una sonrisa y que les tendrán que acompañar todo el curso. Empieza el nuevo año en las escuelas infantiles con el final del verano. La zona conocida como de Nuevo Poniente es una de las que se han llenado en los últimos años de familias jóvenes y por eso no extraña que en el mismo bulevar haya hasta tres establecimientos de los que antes se conocían como guarderías , porque abundan los niños, un bien escaso en otras zonas de Córdoba. En Elefantil se detiene Francisco Carmona, que lleva a su hija, de cuatro años, y a su hijo, de uno. La pequeña ya conoce a sus profesoras y entra con alegría a la escuela infantil. «Es la mejor opción que tenemos, cuando los dos estamos trabajando », relata. En toda la provincia de Córdoba han empezado el curso unos 8.300 niños. En la puerta del centro, su directora, Esperanza Sevilla , constata la impresión de que sus servicios tienen demanda en esta zona de Córdoba: hay muchos niños y por lo tanto mucha demanda: «Estamos a tope». Han cubierto todas la plazas y han notado el crecimiento del barrio en los últimos años. Elefantil lleva abierta diez años, pero en el último lustro la demanda ha escalado hasta llegar a ocupar las 35 plazas . «No tiene nada que ver con lo que sucedía antes; ahora la demanda es mayor», explica, mientras habla de de su amplio horario de 7.30 a 17.00 horas. También habla de eso Francisco Carmona, que en otros momentos ha tenido que recurrir a centros de Ciudad Jardín , mientras ahora puede llevar a sus hijos a pocos metros de su casa y nota la ventaja. Unos metros más allá está Imagina , que abrió hace poco en Nuevo Poniente, pero que empezó en el Sector Sur, en la calle Motril. Mirella Martínez, su directora, ha notado la diferencia: «Aquí llegan hijos de profesores y de trabajadores de los dos hospitales, el Quirón y el Reina Sofía . El cambio es descomunal». Es una empresa con experiencia en la educación, porque gestionan el programa Pequemúsicos , que han llevado a muchos centros de Córdoba como actividad extraescolar. Atiende mientras llegan los niños. «¿Duerme? ¿Usa chupete?». Es esencial conocerlo todo para atenderlos en un lugar en que incluso hay un castillo hinchable , y que permanece abierto todo el año, incluso en Navidad y Semana Santa, porque los padres cada vez necesitan más sus servicios. Y algo más cerca de la avenida del Aeropuerto han coincidido dos madres, Adelina Alcaide y Rosa Pérez, que tratan con familiaridad a Angie López Redondo, directora de la escuela infantil Mariposas. «Mi hijo va tan contento que no me ha dejado ni decirle adiós», casi se queja Adelina Alcaide. Tal vez eso sea el mejor termómetro de que los niños están contentos en el lugar al que ahora tendrán que llegar. Es el segundo curso del centro con el nombre de Mariposas, porque las actuales responsables tomaron el traspaso de un centro anterior. «Es un barrio joven y tiene mucha demanda », dice mientras los pequeños buscan su lugar y se reparten entre las aulas de cero a dos años y de dos a tres, en función de su edad. Otra zona joven es la de la carretera de Trassierra , entre la Glorieta Amadora y el centro comercial Ronda de Córdoba . Una de las escuelas infantiles se llama Mi Casita y tiene catorce años de experiencia. Su directora, María Ángeles Torres, espera que en los próximos días se llenen las cuatro o cinco plazas que faltan ahora, de las 35 que tienen. Cuatro profesoras se encargan de atender a los niños y como en el resto hay aires de reencuentro y fiesta. Julia Dolores Fernández lleva a sus hijos por segundo año y está muy contenta: « Estimulan mucho a los niños con la psicomotricidad fina y les ayudan. Por eso me gusta», resalta. Alrededor no dejan de llegar madres de una zona de Córdoba que no ha dejado de crecer en los últimos años y conforme se camina se ve el mismo paisaje de familias jóvenes y niños pequeños. Pero no en toda la ciudad pasa lo mismo. En la plaza del Indiano se abre una escuela infantil que se llama San José y nació por iniciativa de la parroquia de la Trinidad. Hoy forma parte de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santos Mártires y su situación es inversa. Al acercarse allí se escucha a los niños y el ambiente no es diferente, pero su directora, Ana Madueño , explica que ni siquiera llega a la mitad de su capacidad: hay 24 chicos cuando tiene una capacidad de 56. El Centro de Córdoba, y mucho menos la Judería, no deja de perder población. Dos realidades de una misma ciudad.